Cuando Émile y Marguerite deciden casarse, ambos cuentan ya más de sesenta años de edad, los dos son viudos y posiblemente contraen matrimonio por miedo a la vejez y a la soledad. Pero pasado el tiempo, la vida en común dista de ser plácida. Émile es un antiguo obrero de escasas luces y modales poco educados; Marguerite, por el contrario, es de carácter dulce y delicado —al menos a primera vista—, y parece echar de menos las distinguidas maneras de su primer marido. A su vez, él añora la alegría y la espontaneidad de su primera esposa. Ahora, transcurridos ya unos cuantos años desde la boda, las pequeñas rencillas del matrimonio comienzan a adquirir un tono amargo, violento a veces. En esas circunstancias, el gato que el matrimonio tiene se convertirá en un pretexto para destapar toda suerte de sentimientos hasta el momento contenidos.
Comentarios
El trazado paulatino de la psicología de los personajes y la dosificación adecuada de los elementos narrativos, expresados con estilo ágil, hacen que la novela capte la atención del lector desde las primeras páginas.