Arte es una leve obra de teatro que narra las relaciones de tres amigos íntimos cuando un día entablan una disputa en casa de uno de ellos. El motivo del debate no es otro que el arte, ya que uno de ellos ha adquirido un cuadro que los demás desprecian. Bajo esta simple temática la autora despliega un humor corrosivo que en realidad es la base de una furibunda crítica contra los mecenas y los resabiadillos de la crítica artística. Se trata de un texto a ratos desternillante y que guarda mucha relación con el llamado teatro del absurdo abanderado por Samuel Beckett
Comentarios
Muchome ha gustado esta obra
Mucho me ha gustado esta obra por su agilidad, por los cambios de humor de los tres personajes, del sentido de la amistad, la sinceridad al decirse las cosas aunque no gusten y el perdón y la amistad que están por encima de cualquier diferencia, aunque sea profunda, en gustos y pareceres. Ellos saben en el fondo que las bruscas discusiones no van a romper la amistad. En cierto modo me recuerda mis amistades de Colegio Mayor y de estudios de la carrera en Madrid, hace unos cincuenta años. Las discusiones, a veces, eran tremendas pero al final salíamos a tomar un café o una cerveza. El valor por el más me gustó la obra es por este, por el ensalzamiento de la amistad, que da sin pedir nada a cambio. Me parece muy recomendable.
He releído esta pequeña obra
He releído esta pequeña obra de teatro nueve años después. Agradezco al Club del lector que me diga cuando lo leí por primera vez o, al menos, cuando puse la primera reseña. ¡Qué barbaridad! Nueve años. Me parece que me ha gustado más que la primera, pues ahora tengo que reseñar, antes de nada, que lo he terminado riéndome con ganas. Creo que hay una parodia contra el arte modernista de principio a fin, pero en medio hay una caricatura de la amistad. Tirarse los trastos a la cabeza por la opinión sobre un cuadro resulta, a todas luces, grotesco. Esto creo que hoy apenas podría suceder porque los amigos raras veces se dicen las cosas a la cara. Si uno dice una tontería soberana sobre cualquier tema, los otros disimulan, como buenamente pueden, la risa o el desacuerdo, pero exteriormente insinuarán una leve aprobación. Cuando el autor de la payasada está ausente, se le critica de modo sangrante. Un librito de solo 100 páginas puede dar para una buena conversación.
A la vez de analizar algunos aspectos de la actitud ante el arte abstracto, hace un retrato psicológico muy del momento, para acabar con el intento de salvar la amistad.
Entretenida, dibuja con la simplicidad de unos diálogos rápidos, escuetos y muy expresivos, pensamientos, sentimientos y actitudes del momento presente. De las obras que merecen leerse a lo que ayuda la facilidad comentada del tipo de diálogo.
La trama, perfecta. El tema, ése que tanto nos interesa: la amistad. Aunque muchos la catalogan como una comedia a mí me ha parecido un verdadero drama. En torno a la compra de un cuadro se desencadena una sucesión de encuentros y desencuentros de tres amigos íntimos de toda la vida. Lo que en realidad se cuestionan los tres personajes en torno al cuadro es la sinceridad de lo que les une, la sinceridad de su amistad. ¿No está toda relación humana teñida de cierto intercambio comercial? Esa parece ser la cuestión que plantea la autora. Interesante.
Más que una crítica contra la
Más que una crítica contra la crítica artística y los gustos artísticos, que la hay, veo, en esta obra de teatro, que se lee como un relato breve, un análisis sobre la amistad. ¿Puede una amistad de años morir por una simple opinión sobre un cuadro? Las conversaciones entre los tres amigos rondan, en realidad, en torno al conocimiento que tienen del otro y las relaciones que les unen. Me parece que hace pensar sobre cómo tiene que ser el trato con las personas cercanas