El principal banquero de una capital de comarca reúne a las personas más insignes de esta ciudad para celebrar el matrimonio de su hija. En la sala de su casa, la fiesta deviene el escenario en que se manifiestan las tensiones que dominan esta pequeña sociedad. El gerente del banco defiende que la insignia de la procesión del Corpus la lleve el próspero electricista a quien ha concedido un crédito para su tienda-taller, símbolo del progreso, mientras que el estamento oficial propugna el continuismo y apoya al registrador de la propiedad. Recluido en su habitación, el excéntrico hermano del banquero tiene la repentina obsesión de que se convertirá en un pobre y critica la gestión del negocio familiar, hecho que aprovechan algunos comerciantes para conspirar con el ánimo de orientar el banco de acuerdo con sus intereses. Al mismo tiempo, corre el rumor de que la bella mujer del apoderado de la banca es la amante del jefe de su marido...
Durante las pocas horas en que transcurre este encuentro social, se suceden los retratos de una serie de personajes que conforman un mundo con sus pequeñas miserias y codicias, presentado con una ironía que alcanza el sarcasmo. Mediante una ágil narración dirigida a mostrar el choque de las actitudes mezquinas de un ambiente viciado, Josep Pla construye una magistral novela satírica.
Comentarios
Es una obra crítica. Nos presenta la sociedad en fase de modernización, de una ciudad "en feria", capital provinciana de una comarca payesa. Con espíritu agudo va presentando a los personajes que marcan la vida social de la ciudad. Los personajes presentados sin ambages y con cierta crudeza, aunque sin la aridez del resquemor. Sin embargo, la obra, no se puede considerar una verdadera radiografía de la sociedad provinciana de una comarca catalana. Es una pena que la caracterización de todos sus personajes sea negativa, y todos encuadrados bajo el prisma social de los intereses económicos y la conveniencia social. La prosa es prieta, y sin concesiones al virtuosismo; no sobra una palabra. Con un ritmo que no decae a lo largo de sus páginas -pese a que el relato esta redactado de un tirón, sin capítulos y con abundancia de párrafos largos-, mantiene el interés hasta el final, que resuelve también de modo negativo.