El papa Benedicto subrayó muchas veces a lo largo de su pontificado la importancia de recorrer el camino de la belleza para poder encontrar a Dios y para poder hablar de Dios con propiedad al mundo contemporáneo.
Ese es el profundo significado del trabajo del profesor de teología dogmática, especialista en el tratado “de creatione”, Pedro Urbano, doctor en Teología y en Filosofía, autor de muchas monografías y ensayos sobre temas de su especialidad, que ahora deseamos presentar.
En esta ocasión, el profesor Urbano, ha tenido el acierto de publicar un ensayo sobre la importancia de la relación entre la religión y la ecología y, en concreto, para explicar la importancia que el santo Padre Francisco atribuye a estas cuestiones, no solo por la actualidad de estas particulares materias sino por haber captado con gran profundidad su significado teológico y filosófico.
En efecto, como el profesor Urbano muestra magistralmente en esta obra, Dios entregó el mundo y la creación al hombre para que lo gobernara. Ese gobierno, por tanto, no ha de ser despótico, sino que ha de ser análogo a como el que Dios ejerce cuando gobierna providentemente la creación. Por tanto, no basta con que seamos respetuosos con el medo ambiente y entreguemos el mundo a la siguiente generación, sino que es capital que también gobernemos providentemente (17).
El Santo Padre Francisco no solo en la Encíclica “Laudate Si” nos ha hablado a todos los cristianos sino también a todos los hombres de buena voluntad que ven en el papa una autoridad moral en el mundo, sobre la importancia de realizar todos y cada uno de los habitantes del mundo una verdadera y real conversión ecológica (18). Es decir, que debemos mirar el mundo creado por Dios de una manera nueva, mucho más profunda y verdaderamente agradecida al creador y que actuemos consecuentemente (21).
Por otro lado, el profesor Urbano no deja de presentar la honda preocupación del Santo Padre por la actual crisis ecológica (13, 35), pues en muchos de los análisis científicos aparecen síntomas de deterioro del planeta e incluso algunos hablan de deterioro irreversible en algunas cuestiones. Evidentemente, el santo Padre siempre transmite un mensaje de responsable optimismo y confianza en Dios (27).
Finalmente, nuestro autor dedica páginas bellísimas sobre la admirable creación que Dios nos ha entregado y cómo la admiración de la belleza de la naturaleza sigue siendo no solo un camino para redescubrir la existencia de Dios sino para conocer y amar al creador (70).
Es preciso, añade nuestro autor, crear espacios contemplativos en nuestra vida (78), pues de la ecología se pasa a la preocupación por la caridad, la solidaridad. La atención del hombre necesitado y reparar de algún modo las tremendas desigualdades sociales que todavía experimentamos.
José Carlos Martín de la Hoz
Pedro Urbano, Admirable creación. Religión y ecología sin ecolatrias, ediciones Rialp, Madrid 2022, 118 pp.