La lectura atenta del interesante ensayo de Bruce Pietrykowski sobre el trabajo desde el ángulo de la economía política muestra que al marxismo ideológico, en forma de praxis y de teoría social, le quedan desgraciadamente todavía muchos años de vida, puesto que muchos hombres y mujeres dotados de inteligencia y talento siguen cultivándolo con ahínco. El interrogante para los que no somos marxistas y hemos visto y seguido la caída del muro de Berlín como expresión externa más clara del ocaso de una ideología de otros tiempos, podría formularse así: por qué continúan tantos pensadores en desarrollar un esfuerzo tan infructuoso como inútil, cuando podrían aprovecharse esas energías para dar luces nuevas a la nueva cultura y civilización que está surgiendo en este comienzo del nuevo siglo XXI.
En definitiva, la lectura de este trabajo resulta aleccionador de cómo se puede tener fe humana y mantenerla con tenacidad en un camino ideológico a pesar de que no tiene ningún futuro ni aporte nada al conjunto de la sociedad más que tristes imágenes de melancólicos que nunca asumieron que enfrentarse a la libertad personal y a la dignidad de la persona humana es un error definitivo, no coyuntural. La cuestión es muy sencilla, el hombre necesita tener un ideal de vida por el que gastar sus energías y emplear sus talentos. Precisamente, el deísmo de la Ilustración francesa abrió la “falsa posibilidad” de que cada uno decidiera su religión, camino, sus pensamientos y sus ideales, en vez de impulsar a los hombres a buscar la verdad y el bien común para construir una sociedad justa e igualitaria.
El libro que seamos reseñar ahora, muestra que la ideologizada visión del hombre y del trabajo del hombre desde el enfoque de la economía política y del análisis marxista, no puede obviar que surjan problemas nuevos, ni tampoco aplicar la doctrina marxista pura y dura a los interrogantes del hombre de hoy, replanteando sus utopías y la cerrazón de sus carencias.
A primera cuestión que nos ofrece el profesor de economía de la University of Michigan-Dearborn, Dearborn (UM-Dearborn), es un análisis de la desigualdad salarial donde plantea abiertamente: “Las consecuencias políticas del estancamiento salarial, el desempleo y la creciente desigualdad de los ingresos han amenazado el ‘status quo neo liberal’” (43).
Finalmente, las conclusiones siempre serán muy parecidas pues el margen que ofrece el materialismo dialecto es muy estrecho: “Como la economía es intrínsecamente ideológica, no es sorprendente que la teoría del capital humano sea consistente con una visión meritocrática de la distribución de la renta según la cual quienes ganan más lo hacen gracias a sus propios talentos y habilidades. Esta visión, a su vez, sostiene el statu quo que preserva la estructura existente del poder basado en la clase, la raza y el género, lo que evidencia también la frecuente exhortación de que una fuerza de trabajo más instruida es la respuesta a los problemas económicos” (53-54).
José Carlos Martín de la Hoz
Bruce Pietrykowski, Trabajo: un enfoque desde la economía política, ediciones Alianza editorial, Madrid 2021, 256 pp.