Dentro de la colección de biografías de españoles eminentes impulsada por la Fundación Juan March y editada por Taurus, le llega el turno al eminente cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. De la mano del hispanista francés Joseph Pérez tenemos la oportunidad de meditar sobre la vida del espiritual franciscano, confesor de la Reina Isabel, cardenal arzobispo de Toledo, Inquisidor General y Regente de Castilla. Se trata, en definitiva, de una de las personalidades clave del tránsito de la España medieval al estado moderno. de los Reyes Católicos a Carlos V.
El Profesor Pérez ha realizado una completa síntesis biográfica de este eminente personaje compulsando las biografías existentes y adentrándose en la documentación inédita que ha podido encontrar, así como en las aportaciones recientes de la historiografía contemporánea.
Asimismo, penetra en el interior del pensamiento de Cisneros sin descuidar ninguna faceta de su actividad pública: estadista, política, economía, reforma de la Iglesia, nobleza, ejército, relaciones exteriores, América y el Islam.
La sustancia de esta biografía es la constante aseveración acerca de la conversión de Cisneros y su incorporación a la orden franciscana en 1484. Esa entrega a Dios y la búsqueda sincera de la santidad será constante y perseverante y será la clave del resto de su actuación. En ese sentido deben verse los diversos planos de su actividad.
Al desarrollar las facetas de hombre espiritual, impulsor de la Reforma de la Iglesia en España previa al Concilio de Trento, Pérez, se detendrá en la Reforma de las grandes órdenes religiosas (pp. 209-214), para llegar al clero secular y al entero pueblo cristiano: “Nada más llegar a la mitra de Toledo, Cisneros se propuso cambiar las cosas: mejorar la religión del pueblo cristiano suponía primero contar con un clero culto y ejemplar” (p.218). Es más, el impulso de Cisneros para desarrollar la Universidad de Alcalá y la Biblia Políglota no se entenderían con profundidad.
Las “manchas” de Cisneros se afrontan con energía por nuestro autor, así está, por ejemplo, el interesante capítulo dedicado a la evangelización de Granada en 1504, cuando Cisneros irrumpe por mandato de los Reyes Católicos y procede a la quema de libros coránicos y a la aceleración de las conversiones de la población musulmana: “En un primer momento, la Corona confió en Talavera, al darse cuenta de que los resultados no eran los que se esperaban, llamó a Cisneros para ver si sus métodos resultaban más eficaces. Talavera debió, probablemente, de sentirse amargado por aquella decisión, que venía a ser una censura de su comportamiento” (p.192). En realidad el dolor de Talavera era más bien la pena por el error pastoral cometido debido a la desconfianza en la acción de la gracia de Dios. Pues como bien dice Pérez, sobre el trabajo de Talavera desde 1492: “Aquellos métodos exigían tiempo y paciencia y dieron muy pocos resultados inmediatos” (p.182). De todas formas debemos añadir que la evangelización de Talavera, como siempre en la Iglesia, marcaron el auténtico camino para el futuro: la persuasión sin violencia y la coherencia de fe y vida.
En definitiva una buena biografía que hará pensar al lector sobre un siglo muy rico de la historia de España.
José Carlos Martín de la Hoz
Joseph Pérez, Cisneros, el cardenal de España, ed. Taurus, Madrid 2014, 368 pp.