Cómo ser un buen pecador

 

Ediciones Sígueme publica algunas traducciones interesantes de tratados teológicos de profesores de otras confesiones religiosas. En esta ocasión, presentamos el trabajo del profesor de teología ecuménica, Peter Bouteneff (Nueva York 1960), acerca del perdón y el arrepentimiento.

El profesor americano expresa, indudablemente, con suma claridad y sencillez la importancia de considerarse un buen pecador y de procurar serlo de la mejor manera posible para poder ser llamado por Jesucristo a la conversión de los pecados y, de ese modo, llegar a la salvación, que es indudablemente de lo que se trata.

El lenguaje humilde, teológicamente descomplicado y la sencillez de los argumentos utilizados; escriturísticos, patrísticos y, también, de los teólogos orientales que presenta nuestro autor, nos hace descubrir lo que tantas veces hemos oído comentar al cardenal Ratzinger: que en el mundo de las Iglesias de la Ortodoxia prima más la profundización en la liturgia que la teórica profundización teológica.

Evidentemente, esos conceptos teológicos y litúrgicos aparecerán a lo largo de este trabajo y, sobre todo estará incluidos en los amplios apéndices que el autor ha incorporado, es decir, salmos, oraciones, himnos, cantos litúrgicos, antífonas para recitar y otras cuestiones eminentemente destinadas a la liturgia.

Asimismo, recordemos que en este libro se habla de confesar los pecados, de hacer penitencia, y de cumplir la penitencia que nos imponga el confesor, pero, sobre todo, se habla de considerarnos pecadores delante de Dios, delante del confesor y delante de toda la comunidad eclesiástica.

Indudablemente, nuestro autor tiene un sentido optimista de la naturaleza humana, pecadora seguro, pero llamada a la contemplación de Dios y a la amistad con Jesucristo: “Aunque Dios nos perdona sin cesar, debemos estar en permanente proceso de conversión y corrección de nuestras vidas. Pero la gracia y la misericordia de Dios nos alcanzan precisamente a través de nuestras transgresiones” (18).

Se atribuye mucha importancia en el arrepentimiento al examen de conciencia y al reconocerse humildemente como sencillos pecadores llamados a la perenne conversión. En efecto, la humildad es abundantemente remarcada como un magnífico don de Dios (46).

También, a lo largo de este trabajo, se observa una gran llamada a cultivar la belleza interior de la persona humana, esto es las virtudes cristianas y los dones del Espíritu Santo pues adornarán el alma del justo por encima de sus indudables miserias y debilidades (93).

José Carlos Martin de la Hoz

Peter Bouteneff, Cómo ser un buen pecador. El encuentro con uno mismo a través del arrepentimiento, ediciones Sígueme, Salamanca 2023, 158 pp.