Cristianismo y violencia



En el debate historiográfico
actual se están produciendo muchos trabajos acerca de la violencia y la fe, o
sencillamente del uso de la violencia para defender la fe. En ese sentido las
tesis del Prof. Flori experto conocedor del Islam y de la yihad islámica
requieren particular atención.


En esta ocasión nos ofrece la presentación del Islam visto
desde las fuentes cristianas medievales para mostrar cómo se veía en los
ambientes cristianos la aparición del mensaje de Mahoma en claves
apocalípticas: fin del mundo, Anticristo y escatología.


El trabajo se articula, por tanto, en tres grandes bloques:
la conceptuación de la visión apocalíptica, lo que sucederá al final de los
tiempos, con amplias referencias a los Padres de la Iglesia y, en particular,
a San Agustín, con su teología de la historia.


La segunda parte, se centra en la aparición del Islam y en
la repercusión de la yihad islámica durante la expansión por Asia, Norte de
África y la invasión de España en el 711.


El profesor Flori desarrolla la interpretación de San Juan
Damasceno del Islam, buen conocedor del mismo desde dentro, en sus diversas
obras, caracterizando la doctrina de Mahoma como la suma de todas las herejías.
Esta idea se irá repitiendo durante el
medievo hasta llegar a la edición del Corán de Pedro el Venerable, en la que se
le caracteriza como la llegada del Anticristo.


Finalmente abordará el Prof. Flori, el estudio de las
cruzadas. En esta parte, el trabajo se hace pesado, pues como ha venido
repitiendo Flori desde sus primeras obras, la equiparación de las cruzadas con
una supuesta vertiente cristiana de la yihad islámica, no resulta creíble.


Es una interpretación ampliamente discutida, por la falta
de continuidad desde la última cruzada hasta la actualidad. La descripción
detallada de las cruzadas no aporta más datos, sino más bien muestra que las
guerras de religión o el uso sistemático de la violencia para defender la fe no
era evangélica y por tanto no podía continuar.


Recordemos sencillamente que el 12 de marzo de 2000, en los
comienzos del nuevo milenio, Juan Pablo II pidió perdón solemnemente por todos
los pecados de todos los cristianos de todos los tiempos y especialmente por el
uso de la violencia para defender la fe. Así lo subrayaba el Papa en su Carta
Apostólica Tertio Millenio Adveniente:
"Otro capítulo doloroso sobre el que los hijos de la Iglesia deben volver con
ánimo abierto al arrepentimiento está constituido por la aquiescencia
manifestada, especialmente en algunos siglos, con métodos de intolerancia e
incluso de violencia en el servicio a la verdad. Es cierto que un correcto juicio
histórico no puede prescindir de un atento estudio de los condicionamientos
culturales del momento, bajo cuyo influjo muchos pudieron creer de buena fe que
un auténtico testimonio de la verdad comportaba la extinción de otras opiniones
o al menos su marginación"
.



 


 


 


José Carlos Martín de la Hoz



 


 


Jean FLORI, El Islam y el fin
de los tiempos. La interpretación profética de las invasiones musulmanas en la
cristiandad medieval, ed. Akal, Barcelona 2010, 383 pp.