¡Cuéntanos un cuento!


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>La editorial
style='mso-bidi-font-style:normal'>Homolegens
ha publicado dos

antologías, El Libro de Cuentos Rojo

y El Libro de Cuentos Azul, que son

todo un acierto editorial. Son una selección de cuentos clásicos, muy bien

editados, que a decir del editor se han corregido adaptando la traducción a la

lectura en alto. Cuando digo clásicos, me refiero a la versión de Grimm,

versiones cultas de cuentos populares, etc., que acumulan personajes que van

del Gato con Botas a Rapunzel, pasando por
class=SpellE>Blancanieves.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Poco se ha hablado de la función "familiar"

de los cuentos, pero intuyo que existe. En tiempos pasados, sobre todo durante

el siglo XIX, debido al auge de la novela por entregas, era bastante usual que

uno de la familia leyera una historia mientras los otros se entretenían en

alguna labor compatible con escuchar. En los pueblos siempre ha habido

contadores de cuentos, "memorias" de narraciones populares transmitidas por

generaciones. Todos tenemos en la memoria la estampa del abuelo

"cuentacuentos", más amable que el "cuentabatallitas". En la actualidad, los

narradores escénicos, los cuentacuentos más o menos profesionales, han cobrado

un auge insospechado, tal vez porque esa función antes la cubría, como tantas

otras cosas, la familia.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Dentro de esa función familiar de la que

hablamos, el hecho de aprender a narrar es un hito importante. Los cuentos no

son planos, necesitan modulación de la voz, entonación, rasgos prosódicos

diferentes del habla habitual. Esos son "efectos especiales" que se aprenden y

a los que el niño es muy receptivo, y que los padres deben intentar poner en

práctica. Por su parte el niño entra en su reino, el de la fantasía, donde se

siente cómodo, compartiendo con los adultos, ¡tan realistas!, una aventura

singular. Un ritmo de lectura y una prosodia adecuada hace también que los niños

aprendan a leer en el futuro con la riqueza que le otorga su propia lengua,

tema que se ha despreciado mucho en los ambientes académicos junto con

cualquier aspecto que tenga que ver con la retórica.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Un momento de cohesión familiar puede ser ese

momento vivido juntos. Sin televisión, con tranquilidad, como colofón de un día

de descanso, el momento del cuento puede ser no solo un grato recuerdo para el

futuro, sino un rato de estar juntos, en que el niño aprenda a escuchar,

aprenda a disfrutar con historias sencillas, las más de las veces divertidas.

Tal vez para los padres sea el momento del día (¡de la semana!) de estar todos

juntos transmitiendo una literatura que nos une con las generaciones

anteriores, con nuestras raíces y nuestros valores.

 

Carlos
class=SpellE>Segade

Profesor

del Centro Universitario Villanueva

Para

leer más:


href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=7177">El Libro de

Cuentos Azul


href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=7052">El Libro de

Cuentos Rojo