Cuestiones jurídicas sobre la Inquisición

 

El profesor José Antonio Escudero (Barbastro 1936), académico de la Real Academia de la Historia y catedrático de historia del derecho de la UNED y fundador del Instituto de estudios acerca de la Intolerancia, ha recogido en el volumen que ahora presentamos, muchos artículos publicados en revistas especializadas, prólogos de libros, conferencias, reseñas de libros, etc., publicados de modo disperso.

Marcial Pons ha puesto a si disposición la cadena de librerías y la trama de seguidores de la misma para poner a disposición del público especializado y de los estudiantes de la materia un valioso instrumento de trabajo.

La gran aportación de este volumen es el perfil jurídico del mismo, gracias al cual se aclaran muchas cuestiones debatidas en años anteriores y en diversos lugares, precisamente por no tener claro el perfil jurídico del tribunal y la jurisprudencia acerca de esta delicada materia. La relación de trabajos se ha hecho sobre criterios meramente cronológicos de modo que pueden perfectamente enmarcarse en la historia del conocimiento del moderno tribunal de la Inquisición.

El libro arranca en 1976 con el famoso congreso en el Palacio de la Magdalena de Santander coordinado por el entonces joven catedrático José Antonio Escudero y termina con sus discusiones abiertas al gran público con Netanyahu, el historiador judío, y su falsa teoría acerca los elementos racistas en el origen de la inquisición: todo es mucho más sencillo. El motor del proceso inquisitorial es la envidia. La envidia de los cristianos viejos que ven ascender en la escala social a los judaizantes y por parte de los judíos también envidia y asco por la traición de las “falsas” conversiones al cristianismo de judíos interesados en medrar no en la versad de si Jesucristo había cumplido las profecías mesiánicas.

La historia procesal y penal de la Inquisición española se va narrando a lo largo de las páginas de este trabajo de modo que el lector puede observar cómo el objetivo era la conversión del hereje y su arrepentimiento, para imponerle unas penas medicinales y poder llevarle al cielo por caminos de salvación (61).

Indudablemente el origen del tribunal estriba en la pujanza y desconfianza de la herejía judaizante denunciada tanto por los judíos, como de los cristianos viejos que veían la herejía terrible el judaizar en secreto (77). Indudablemente hay un factor de escándalo de los cristianos viejos que pensaban en depurar las falsas conversiones para llegar a la verdad y poder confiar en el futuro y eliminar los estatutos de sangre (129).

Es de un gran interés comprobar que después de la concesión de la Bula “Exigit sincerae devotions affectus” del 1 de noviembre de 1478 hasta 1483, se poder afirmar que el tribunal estaba consolidado (177). Además, en las Cortes de Valladolid de 1518 todavía no está cuestionado (294)

José Carlos Martín de la Hoz

José Antonio Escudero. Estudios sobre la Inquisición, Marcial Pons, Madrid 203234, 438 pp.