El profesor de Teología espiritual, escritor y ensayista, el benedictino inglés Cyprian Smith (2009), ha reunido en este trabajo que ahora presentamos editado por la colección de clásicos de espiritualidad de ediciones Narcea, una excelente síntesis de sus extensos conocimientos y fruto de una verdadera connaturalidad adquirida después de tantos años de estudio, investigación y, sobre todo, de oración con las obras y sermones del Maestro Eckhart (1260-1328).
Tiene razón el profesor Smith, cuando plantea el método del Maestro Eckhart con el título de “el camino de la Paradoja” , pues al igual que los místicos castellanos establecieron audaces comparaciones con la vida corriente y, en definitiva, como el Señor el único y verdadero maestro utilizaba sencillas y clarificadoras parábolas, pues sencillamente hablar de las realidades sobrenaturales o del conocimiento directo de Dios que proviene de la experiencia de la vida de oración contemplativa resulta sencillamente muy difícil (17).
Comenzaremos recordando que Eckhart plantea su vida mística y su radical búsqueda de la intimidad con Dios aplicándola a personas de toda clase y condición, mediante lo que él llamaba “el fruto de la nada” (23); es decir: en la medida en que nos vaciamos de nosotros mismos podemos dejar a Dios entrar plenamente hasta colmarlo por completo de amor; el Fruto de la nada es la unión con Dios; la plenitud.
La cuestión clave radica en que, como san Josemaría, no sacará a nadie de su sitio, sino que se trata de iluminar a cada uno con la luz de Dios: conocimiento y amor, de modo que tenga luz y de luz (34).
Evidentemente, llamar a los cristianos de su tiempo a la plenitud de la vida mística en un mercado de Colonia y en cualquiera de las actividades ordinarias del cristiano, desgraciadamente terminaría en una denuncia ante la Sede Apostólica del obispo de la ciudad el franciscano Heierich von Virneburg en 1232 (32), de la que tendría que dar cuentas ante el Santo Padre en Aviñón y finalmente, se le devolvería el honor y la fama por la Congregación de la Doctrina de la fe en un documento de alto rango firmado por el cardenal Ratzinger en 1992.
El itinerario que marcará el maestro Eckhart es sencillamente dirigirnos resueltamente al centro del alma, al fondo del alma, donde nos espera Dios para, una vez desasidos de nosotros mismos, poder colmarnos sobreabundantemente con los tesoros de su gracia y de su misericordia (73).
Indudablemente el camino del recogimiento interior no cayó en el vacío y podemos ver cómo lo retoma Francisco de Osuna en su tercer Abecedario y lo enseña a los místicos castellanos, como san Pedro de Alcántara, Santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, pues indudablemente, es camino seguro y paradójico. Cómo olvidar las claras palabras del místico castellano: “baja si quieres subir, pierde si quieres ganar, muere si quieres vivir…volé tan alto tan alto que di a la caza alcance”
José Carlos Martin de la Hoz
Cyprian Smith, El camino de la paradoja. La vida espiritual según el Maestro Eckhart, ediciones Narcea, Madrid 2022, 199 pp.