El centenario de Juan de Medina

 

El catedrático de Teología nominalista de la universidad de Alcalá, el canónigo Juan de Medina (Medina de Pomar 1489-Alcalá de Henares 1546) comenzó su magisterio hace ahora quinientos años y conviene que nos detengamos, aunque sea un momento, para recordar su vida y su obra.

Sabemos por los libros de actas que se conservan de la universidad de Alcalá de Henares que había sido creada por el cardenal Cisneros (1436-1517) en 1501 sobre la base del “studium generale” de los franciscanos donde él había estudiado, para reformar la vida universitaria española tanto en la docencia como en la investigación, especialmente en teología y en el estudio de la Sagrada Escritura (biblia complutense).

Juan de Medina se puede considerar el prototipo de la refirma universitaria que deseaba Cisneros: comenzó como colegial de san Ildefonso, el Colegio Mayor creado por Cisneros para ser el alma mater de la universidad, en 1516. Seguramente por su valía personal permanecería diez años en aquel lugar., hasta que ya como catedrático debió abandonarlo.

Es interesante que su vida académica empezó muy pronto pues en 1518 ya le vemos como regente de “Sumulas” en el primer curso de Artes en Alcalá. En mayo de 1520, es licenciado en teología. Sabemos que en aquellas fechas tiene lugar el movimiento comunero al que se unirá como buen castellano, ya hemos mencionado que había nacido en Medina de Pomar, en Burgos.

En 1522 obtiene el título de magister y en 1526 el de doctor en teología. En abril de 1524 aparece en los libros como catedrático de teología de la cátedra de nominales. De hecho, dejará de aparecer en la cátedra de Artes

Como afirma el profesor Gonzalo Gómez García: “Aquí permanecerá hasta 1545 (falleció al año siguiente) sin dejar las aulas. A tenor de los libros de las visitas canónicas podemos adelantar que Juan de Medina fue, hasta la llegada de los teólogos que participaron en Trento, el de más valía que tuvo Alcalá” (95).

Su obra el “Tractatus de poenitentia”, publicado a título póstumo en Salamanca en 1546, refleja muy bien la historia de la teología y de la moral económica en la primera parte del siglo XVI. Para llegar al último apartado sobre los contratos, se detendrá en un análisis teológico muy fino de la penitencia, el ayuno, la restitución. Es decir, refleja, a través de los 11 tratados en dos volúmenes el tránsito del nominalismo al realismo y, sobre todo, la influencia de Vitoria y Soto en el pensamiento de Medina. Juan de Medina asumirá la antropología de la escuela de Salamanca, es decir, la dignidad de la persona humana y el buen uso y dominio de las cosas creadas.

 José Carlos Martín de la Hoz

Gonzalo Gómez García, El humanismo español en la primera mitad del XVI. La universidad de Alcalá en Cisneros y el Concilio de Trento (1517-1545), editorial de la Universidad de Alcalá 2023, 268 pp. ´