El sacerdote italiano Piero Gheddo, del Pontificio Instituto para las Misiones extranjeras, recoge en este volumen su experiencia de vida entre los musulmanes y el fruto de muchos encuentros ecuménicos mantenidos con ellos a lo largo del último medio siglo.
La conclusión teológica ante el fenómeno inmigratorio y ante la creciente presencia de musulmanes en los países occidentales es la siguiente: "no tomemos el Islam solo en sentido negativo, sino que debemos interpretarlo también en sentido positivo: una señal fuerte que Dios nos manda para que nosotros, el Occidente cristiano, tengamos que retornar a Dios, convertirnos a Cristo" (10).
Seguidamente el autor, con extensas publicaciones y conocimiento de causa, aborda cuales son los problemas de fondo por los que es incompatible el Islam y la cultura occidental. "El Islam es una religión formalista que pide el respeto formal, preciso, de la Ley establecida por el Corán; en cambio el cristianismo apela a la conciencia personal, iluminada por la palabra de Dios y por la autoridad de la Iglesia que representa la Tradición cristiana bajo la guía del Espíritu Santo" (46).
En seguida, señala cómo en cuanto pueden los musulmanes establecen su ley, la sharia, con sus terribles consecuencias: "La sharia está fundada sobre una triple desigualdad: entre hombre y mujer, entre musulmán y no musulmán, entre libre y esclavo. (…). El Corán y la sharia quieren proteger a la comunidad islámica, no al individuo; el bien de la comunidad prevalece sobre el bien de la persona concreta; por este motivo, la libertad religiosa no es admitida, así como tampoco lo es la libertad de pensamiento o de expresión" (53). Recordemos que en casi todos los países islámicos están prohibidas las conversiones al cristianismo (60).
Precisamente porque en los países islámicos no hay distinción entre religión y estado (65), la situación se vuelve muy difícil: "La crisis del Islam tiene sus raíces en la difícil integración de los pueblos y países islámicos en el mundo moderno; en ellos faltan o escasean democracia, libertad de pensamiento y de religión, respeto por los derechos humanos y de la mujer, instrucción popular, desarrollo económico técnico científico (...). La crisis, por lo tanto, viene de lejos y es sustancialmente, la reacción de los pueblos islámicos al encuentro-desencuentro con el Occidente cristiano que en los últimos siglos ha evolucionado mucho, mientras ellos se han parado o casi" (105).
En la última parte del trabajo, el autor explica cómo es Occidente el que plantea un serio problema al Islam, al llevarle a utilizar la razón: "El obstáculo principal que se opone a la modernización del Islam radica justamente en esto: el texto básico de la fe islamista es el Corán, que tal y como se ha dicho es la palabra de Dios" (124). Al no existir posibilidad de interpretación, el Corán se convierte en un código cerrado (127). Por eso añade Gheddo: "La única manera de evitar el desafío es la de instaurar un diálogo paciente, día tras día, rogando que Dios cambie el corazón y la mentalidad de los hermanos musulmanes, y también nuestro corazón y nuestra mente" (133). Respecto a la provocación islámica el autor propone volver a las raíces cristianas de Europa, mejorar la conciencia recíproca, el diálogo y la colaboración (141).
Finalmente, después de constatar el fracaso de los matrimonios mixtos (islamistas/cristianos) en Europa (166), añade con vigor: "Debemos tomar conciencia de que más de mil millones de hombres y mujeres viven en una cárcel ideológica-religiosa y finalmente también política y judicial, que les niega los derechos humanos más elementales. Occidente no puede seguir callando y seguir hablando del Islam como 'religión de paz y tolerancia'. No se colabora en la evolución del Islam contando mentiras" (171). Efectivamente, el desafío lo tiene el mundo islámico cada vez más atrasado y convertido en un mundo cerrado sobre sí mismo con constantes revoluciones en nombre de Dios que se vuelven contra el propio hombre.
José Carlos Martín de la Hoz
Piero Gheddo, El desafío del Islam a Occidente, ed. San Pablo, Madrid 2015, 201 pp.