Madrid posee uno de los barrios más importantes de la historia literaria de España. El barrio de los escritores, centro antiguo de la ciudad, se conoce también por el barrio de las musas, dado el alto número de talentos que se concentró en esas calles de Madrid, donde estuvieron los hogares de Cervantes, Lope, Quevedo, Ramón de la Cruz y un sinnúmero de escritores, libreros, encuadernadores e impresores. Madrid ha sido siempre foco de cultura alrededor del libro. Las placas que cuelgan de los diversos edificios monumentales dentro y fuera del barrio de las musas –que, me temo, nadie salvo yo lee – así lo atestiguan: sé dónde vivieron Cela, Galdós, Baroja, en qué edificio paraba Lorca cuando venía a Madrid, y un larguísimo y aburridísimo etcétera literario.
El libro tiene en Madrid un protagonismo especial cuando llega la primavera. Ayer, Día del Libro en toda España, aparte de las celebraciones escolares correspondientes, el Ayuntamiento promocionó una idea interesante: la noche del libro. Las librerías abrirán por la noche, habrá actos conmemorativos y culturales por la tarde-noche para acercar, más aún, el libro al ciudadano o el ciudadano al libro, según se vea.
Al mismo tiempo acabamos de recibir la noticia de que la Cuesta de Moyano ya se ha habilitado de nuevo para acoger a los libreros de viejo, después de años de destierro en el Paseo de Recoletos. Ya podremos disfrutar de nuevo en esa calle tan tradicional del libro nuevo… y del viejo en las ferias del libro antiguo de primavera y de otoño.
Mayo y junio verán transcurrir la gran feria del libro en el Parque del Retiro, donde algunos libreros, como en Barcelona el día de su patrón, se resarcirán por el resto del año. Como siempre, hará un sol justiciero salpicado de nubes tormentosas que pondrá a prueba nuestra paciencia y amor por el libro, pero allí estaremos. Tal vez echaremos de menos la serenidad de la feria del libro viejo al vernos abrumados por el mercadeo del nuevo.
Puede que España no se caracterice por su amor al libro, pero lo que debemos reconocer es que, por lo menos en Madrid, los días y las noches de la primavera tienen en el libro a su protagonista indiscutible. Y lo que más me gusta es ver que se compran…
Carlos Segade
Profesor del Centro Universitario Villanueva