El ensayista y escritor vasco de obras históricas de divulgación, Iñigo Bolinaga (Elorrio, Vizcaya 1974) nos ofrece en su último trabajo publicado un extenso recorrido por la llegada, pervivencia y expulsión del Islam de España o, como afirma de modo solemne él mismo en el título de su libro, la “pervivencia de la realidad milenaria de la España musulmana”.
En la primera parte del trabajo el autor busca presentar el origen del Islam y se enfrenta a la difícil tarea de delimitar las características de una fe religiosa y, por tanto, del origen del contenido del Corán en el profeta Mahoma y sus visiones presuntamente recibidas por el último de los profetas llamado a presentar la definitiva revelación de Dios a los hombres. Mahoma, por tanto, se calificaba a sí mismo como el “profeta definitivo” (22).
Lógicamente, el autor buscará en la historia del Corán y de la Tradición musulmana los datos acerca del comienzo de la predicación de Mahoma, la extensión, su muerte y la narración de los primeros seguidores y sucesores.
Así mismo, tratará las posibles trazas e influencias y terminará por plantearnos una versión de la nueva secta muy próxima a las doctrinas de Arrio y del nestorianismo y, por tanto, relativamente fácil de asimilar por los cristianos y judíos que habitaban en el oriente medio y en las tierras que fueron sucumbiendo sucesivamente a la yihad.
Con esta sencilla argumentación, evidentemente, se entendería más fácilmente que los arrianos visigodos, muchos todavía no convertidos al catolicismo en tiempos de Recaredo y sus nobles (29) habrían colaborado activamente en el asentamiento musulmán tan rápido en España, aunque nos señala que con muy poco botín y, además, repartido arbitrariamente (39).
Indudablemente, el autor buscará congraciarse con los musulmanes españoles y su planteamiento a lo largo del libro y pretenderá oponerse a la versión clásica de la Reconquista para replantear la cuestión como un equilibrio de fuerzas en la Península en el tiempo.
Evidentemente, el punto culminante de su narración estaría en el siglo X-XI, y coincidiría con el reinado del califa Alhaquen II, el hombre sabio y culto que buscaba gobernar sobre las tres culturas: judía, musulmana y cristiana, lógicamente desde el poderío del Islam (111). A él le seguirá un terrible tiempo de dura persecución contra los cristianos por el déspota Almanzor (117).
Lógicamente, la expulsión fue avanzando según fue decayendo el califato omeya y la capacidad del islam por recuperar los terrenos perdidos, tanto por falta de energía de los musulmanes españoles que nunca fueron fundamentalistas ni se caracterizaron por ser especialmente cumplidores de la Sharia, como por la falta de almohades y almorávides que llegaran del exterior (175-182), hasta la conquista de Granada en 1492 (209).
José Carlos Martín de la Hoz
Iñigo Bolinaga, El eslabón luminoso. Pervivencia de la realidad milenaria de la España musulmana, ediciones Edaf, Madrid 2022, 249 pp.