El historiador Ibáñez
Salas ha realizado un acertado trabajo sobre el franquismo que vale la pena
leer con calma y detenimiento, pues presenta el desarrollo histórico básico y
las principales cuestiones que se han debatido hasta el momento.


Se trata de una obra a mitad de camino entre un resumen historiográfico
acerca del franquismo y de un trabajo de divulgación. En ese sentido puede
resultar reiterativo el método de exposición que realiza, pues al finalizar
capítulo presenta un resumen de los principales hechos acaecidos en ese mismo
período. La virtualidad de esa idea, enmarcar las afirmaciones realizadas en el
contexto de la época, queda descolorida por lo variopinto de los hechos
expuestos y lo discutible de su elección.


El trabajo resulta meritorio en cuanto a expurgar entre al
volumen inmenso de trabajos publicados sobre la materia. De ahí las críticas
que recibirá, pues siempre es discutible la selección de los mismos. Una vez
más hay que reiterar que una cosa son las síntesis y otras las obras que van
estudiando los archivos y, por tanto, van fundamentando sólidamente los juicios
históricos. En ese sentido el nacional catolicismo que el autor señala es muy
matizable (pp. 79 y ss), así como otras referencias a
la Iglesia
(pp. 83, 114, 119).


A mi modo de ver una buena aportación de este libro es el
esfuerzo realizado por comprender, más allá de los tópicos y lugares comunes,
el llamado fenómeno tecnócrata desde los gobiernos de 1957. Efectivamente, el
autor acertadamente caracteriza a los protagonistas del impulso del desrrollo económico y de la reforma de la administración
del Estado een clave de su buena preparación
económica, jurídica o de sus planteamientos sin política partidista de partido
o gupo religioso (pp. 123-124 y 153, 155).. Es el momento histórico en que personas bien preparadas
en su profesión, desde la
Universidad o desde la banca o la industria asumen el papel
de sacar a España de la autarquía para llevarla a la economía de mercado. Como
ha afirmado el profesor Montero: "La juventud, muy especialmente la
universitaria, vivió, desde los años cincuenta al margen del franquismo; desde
mediados de los 60 en su contra y de manera decidida. La progresiva
incorporación de estas generaciones a la vida profesional (funcionarios, mundo
judicial, arquitectos, ingenieros, profesores de universidad y bachillerato,
abogados, etc) hizo que la oposición social se fuera
extendiendo y las movilizaciones tuvieran cada vez más alcance y mayor
extensión" (Julio MONTERO-José Luis ROIG, España,
una historia explicada,
ed.Dossat, Madrid 2005,
pp.428-429)


Finalmente el autor cita a Tusell, Fusi
y Mainer, pero, quizás podría haber subrayado más una
de las tesis que une a esos historiadores: cómo en España desde los años sesenta
en diversas editoriales, en la universidad y en parte de la Prensa, se están difundiendo
los valores y premisas de la cultura económica, jurídica y política propia de
las democracias occidentales. En ese sentido los autores citados concluyen que
fue la cultura democrática la que derrocó al franquismo tras la muerte del
dictador.


 


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


J. L. IBAÑEZ SALAS, El franquismo,
ed. Sílex, Madrid 2013, 221 pp.