El profesor Titular de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid Juan Francisco Pardo Molero, coordina a un importante grupo de investigadores, de ambos lados del Atlántico, dedicados al estudio de la virtud en la vida cotidiana del gobierno, del mercado, de la milicia y de otros órdenes de la conducta humana en búsqueda de parámetros sociales que nos expliquen los hechos sucedidos en la Monarquía hispánica del siglo XVI-XVIII en América y Europa.
En primer lugar, el profesor Juan Francisco Pardo Molero, recogerá el concepto aristotélico de virtud con los necesarios retoques de santo Tomás de Aquino en la concepción medieval de la virtud que ha durado hasta nuestros días en el actuar moral de los cristianos.
Lógicamente, en las virtudes se fijará sobre todo en las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza y, después, en las virtudes morales que traslucen la educación de los hijos y el libre albedrío de los hombres.
En ese sentido, el tratamiento de la fe, esperanza y caridad, las virtudes teologales aparecerán menos en el libre actuar de los hombres pues, al ser un don de Dios, estarán siempre en el fondo del alma, fines y motivaciones por lo que estarán también presentes aparecerán en el trabajo.
Como se trata de una monarquía de tinte católico las virtudes que vamos a rastrear serán las necesarias para alcanzar la vida social, económica, política y la necesaria espiritualidad: “el buen gobierno era, por tanto, el que cumplía bien con su función, y no necesariamente aquel que se asentara en el consentimiento del pueblo, la elección o herencia dinástica” (11).
Especial relevancia se le concede a la virtud de la prudencia, “recta ratio agibilium” que se traducía en aquella época por “la facultad moral de obrar con sabiduría” (14). De ese modo, “mediante el eje de la virtud podemos percibir la evolución de las jerarquías de valores de la Edad Moderna, así como el juego de estrategias de que disponían individuos y grupos sociales para afianzar o mejorar sus posiciones” (17).
Es interesante la figura del rey como modelo de virtudes y de arte del buen gobierno para regir casas, fábricas, campos u organizar los impuestos. Se había llegado a la identificación de “monarca, reino y religión” (45).
Es interesante resaltar que se incluyen varios artículos sobre la independencia de la Corona de Castilla de los Países Bajos bajo la influencia de la intensa guerra civil que se produjo en aquellos territorios hasta lograr la independencia y la preminencia del calvinismo en la región (144).
José Carlos Martín de la Hoz
Juan Francisco Pardo Molero, El gobierno de la virtud. Política y moral en la Monarquía Hispánica (siglos XVI-XVIIII), Fondo de cultura económica, Madrid 2017, 402 pp.