Tal cual, “El hijo”, es una película de Filmaffinity de 2022, dirigida por Florian Zeller, de gran interés en el tiempo en que vivimos. ¿Qué puede ocurrir con los hijos cuando los padres están a otra cosa? Muy bien planteada, con toda la problemática de lo que significa en nuestros tiempos la destrucción de la familia.
Aunque lo primero que aparece en la pantalla es un bebé recién nacido, la película no va de ese niño, hijo de Peter con otra mujer; la película nos habla de Nicholas, hijo que el protagonista tiene con su primera mujer, de la que se ha divorciado para irse con una joven atractiva. Nicholas, principal personaje de esta historia, es un adolescente con todo tipo de problemas.
Muy bien planteada, presentándonos una problemática muy actual y muy preocupante. Los hijos no tienen cerca a sus padres. Como sabemos, esto sucede con gran frecuencia sobre todo con el varón. En tantas familias el progenitor considera que estando su mujer en casa no hace falta que él haga mayores esfuerzos para dejar su abundante trabajo para otro día.
El problema es que quizá nadie les ha dicho que la sociedad actual no es como la de hace 30 o 40 años. Las cosas han cambiado mucho. Para educar a los hijos no basta con tener unas cuantas ideas claras en la cabeza -aunque con frecuencia ni eso tienen- si no que es imprescindible estar con los hijos, acompañarlos, manifestarles el afecto familiar, del padre y de la madre.
Los padres deben saber que si permiten que sus hijos tengan a su completa disposición un móvil, con toda seguridad su vida se está destrozando. No llegan a tener ningún hábito de estudio y les esclaviza totalmente la infinidad de noticias, mensajes de los amigos, juegos y pornografía. Además, la ideología de género les va entrando por todos los quicios de su desordenado día y si el hijo no está cerca del padre, o la hija cerca de la madre, terminan con el gravísimo problema de la homosexualidad.
Si además el padre o la madre han desaparecido de casa porque se han ido con otra o con otro, entonces apaga y vámonos. Este problema y el de la inexistencia del padre en su casa se plantea muy bien en este filme. También queda muy clara la gravedad de la situación del hijo, adolescente, totalmente descentrado, incapaz de ir al colegio ni de hacer nada útil.
Estas situaciones se dan con demasiada frecuencia y es indudable la intencionalidad del director al producir esta película. Y podemos pensar en que cualquier padre o madre superocupados fuera de casa, podrían plantearse las cosas de otra manera si ven esta historia. Por eso me parece que es muy recomendable. A veces una historia como esta vale más que mil palabras.
La cantidad de veces que se les dice a los padres que deben estar en casa parece un empeño inútil. No ven el problema. Y uno se pregunta: ¿es que estos señores tienen una necesidad imperiosa de ganar muchísimo dinero? ¿Para qué necesitan todos esos ingresos? Y nos encontramos con tanta frecuencia con una vanidad penosa, con una ambición totalmente desproporcionada. O sea, está pensando en sí mismo y se olvida de sus hijos, o piensan que lo que sus hijos necesitan es mucho dinero.
Merece la pena verla como un medio más para llegar a tener conciencia de hasta donde pueden llegar las consecuencias.
Ángel Cabrero Ugarte