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Mi padre alemán

Es el título de un libro publicado por Libros del Asteroide, obra finalista del II Premio de No Ficción de esta editorial, y, como podría intuirse por el título, se trata de una biografía de alguien bien cercano que, contra lo que el lector puede pensar de primeras, vive aún, con más de 85 años, en España, en donde se estableció hace ya mucho, huyendo de los desórdenes y guerras de su país.

La asombrosa tienda…

Éxito considerable está teniendo una novela escrita por un coreano sobre la vida en Seúl, sobre gente buena que se encuentra como en cualquier lugar: “La asombrosa tienda de la señora Yeom”. Escrita por Kim Ho-Yeon, nos sitúa en la capital de Corea con cierto asombro al darnos cuenta de que el ambiente que describe tiene bastante semejanza con el que puede verse en cualquier ciudad occidental.

Cerca de la eternidad

Ante la muerte de un ser querido no siempre es fácil hacer comprender que él, ese pariente, ese amigo, está en la eternidad; ha salido del tiempo y se ha hecho eterno. Lejos de Dios, si hubiera llegado al final de su vida negándole, o cerca de Dios, aunque sin ningún problema podemos decir “con Dios”. Sobre todo si recordamos algo de lo que se habla poco, que después de la muerte no hay tiempo y, por lo tanto, la purificación que un difunto pueda necesitar es lo más parecido a un buen lavado antes de llegar ante semejante presencia.

El sin sentido de la cultura woke

En el libro titulado “De mayo del 68 a la cultura woke”, Pablo Pérez López expone con gran claridad y mucho detalle por qué hemos llegado en nuestros días a la inmoralidad generalizada casi como norma. Partiendo de los motivos y de las consecuencias de mayo del 68 y a pesar de las intervenciones importantes de personajes relevantes en contra de esas tendencias, nos explica cómo ha sido posible que hayamos terminado en nuestros días con un ambiente opuesto a la cultura cristiana.

Bibliotecas familiares

Hay casas, domicilios familiares, en los que hay importantes acumulaciones de libros. En sí misma, esa presencia detona un cierto nivel intelectual. Que en una familia haya muchos libros suena, normalmente, a que se lee mucho. Cuando se compran libros es porque alguien en la familia lee. Con frecuencia se puede comprobar que cuando los padres son buenos lectores los hijos también lo son. Y en estos casos se compran libros, unos cuantos -10, 15, 20…- al año. Por lo tanto necesariamente aparecen las estanterías llenas de libros.

Abuso de las horas de trabajo

He releído ahora un entretenido libro de Amélie Nothomb, “Estupor y temblores”, previsto para una tertulia literaria. Se puede decir que es simpático por eso de que la autora no ahorra exageraciones y situaciones cómicas, aun cuando el tema sería muy duro si hubiera sucedido tal y como ella lo narra, teniendo en cuenta que advierte que es una historia en la que la autora es la protagonista.

Sin hogar

Dos libros que reflejan la tragedia del “sinhogarismo”. “La asombrosa tienda de la señora Yeom” es una historia en Seul, escrita por un coreano. Empieza con la situación penosa de un personaje desconocido que vive malamente en la calle. Como es una historia con gente buena, la situación termina solucionándose. Es una historia amable y curiosa porque no deja de ser un escenario lejano, aun cuando Corea del sur tendrá bastante de escenario moderno y, sorprendentemente, cristiano.

Muchos hijos, pocos hijos

Es bastante sorprendente observar los contrastes que se dan en nuestra sociedad, donde nos encontramos con matrimonios sin hijos, otros que solo tienen uno, más frecuente encontrar “la parejita”, pero también encontramos no pocas familias con 4, 5 o 6 niños. Las reacciones son muy variadas. Los que viven en ambientes de pocos niños se sorprenden, a veces incluso se manifiestan asustados, al ver las familias con cinco chavalitos pequeñajos.

Amor, atracción, egoísmo

Cada vez somos más conscientes de que en el día a día, entre las personas que conocemos, con dificultad se percibe un auténtico amor. Es indudable que una relación lógica de hombre y mujer surge por una cierta atracción, que va confirmándose con el trato, con el profundizar más en quién es quién. De un modo superficial no se puede hablar de amor. Muchas veces hemos oído que una persona ha tenido un descubrimiento, un flechazo que le ha llevado a mirar de modo distinto a alguien.

Recuerdos de una infancia

Jesús Montiel, después de los libros estupendos que ha ido publicando, nos presenta en el último, “El niño que he sido”, una visión bastante distinta a lo que leíamos en los anteriores. Cuando un escritor, más aún si es poeta, escribe un libro muy pendiente de lo que ve, está poniendo en verso o en prosa su experiencia. Montiel es muy poeta y su prosa es rica en descripciones y, sin duda, manifestación de sentimientos y de admiraciones.

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