Dos libros que reflejan la tragedia del “sinhogarismo”. “La asombrosa tienda de la señora Yeom” es una historia en Seul, escrita por un coreano. Empieza con la situación penosa de un personaje desconocido que vive malamente en la calle. Como es una historia con gente buena, la situación termina solucionándose. Es una historia amable y curiosa porque no deja de ser un escenario lejano, aun cuando Corea del sur tendrá bastante de escenario moderno y, sorprendentemente, cristiano.

“Casi” es un libro de Jorge Bustos dedicado exclusivamente a introducirnos en el ambiente de los sin hogar. Decide el autor dedicar un tiempo a introducirse en ese ambiente en Madrid, y el centro de acogida de la gente sin hogar más antiguo en Madrid es “Casi”: Centro de acogida San Isidro. Un lugar para ayudar a esas personas que están en la calle, sin tener donde dormir, ni comer.

“Es un rectángulo de hormigón pintado de rojo, naranja y gris verdoso que nunca ha albergado la menor pretensión de resultar bonito. Entre sus paredes duermen, comen, a veces hablan y a diario sobreviven tres centenares de personas increíblemente dañadas que perdieron su hogar o que nunca llegaron a tenerlo en esta ciudad de más de tres millones de habitantes”. Así describe el autor de este libro el lugar central de su relato, aunque también habla después de otros lugares de acogida.

Hay dos lugares en Madrid, en los barrios cercanos al Bernabéu, edificios importantes, de nivel económico alto, muchas oficinas y, también por eso, muchos restaurantes de buen nivel, donde me encuentro con el típico personaje que se “aloja” en cualquier entradilla abandonada, o lugar medianamente cubierto. Pasas por allí y ves las mantas medio colgadas de algún saliente, plásticos y basura. A veces está allí el “inquilino”, sentado, con una lata de bebida y, curiosamente, a veces mirando el móvil. Hoy en día hay gente que lo único que tiene es el móvil…

En el libro de Jorge Bustos se nos cuenta, con bastantes detalles, diversas historias de estos personajes, de los que hay miles en la ciudad. Cómo esa gente llega a esas circunstancias: uno que perdió el trabajo y no tiene nada; otro que ha sido expulsado de su casa por vida desordenada; o el que ha llegado de otros países sin nada y no encuentra ningún tipo de ayuda. Los motivos pueden ser variados, pero la consecuencia es la misma: la pobreza total, no tener donde vivir y terminar, fácilmente, en el alcoholismo, para olvidar los demás males.

Cuando alguien pasa por las calles de Madrid y ve los restos de un personaje que ha dormido en cualquier esquina, dejando allí un amasijo de pobreza, quizá lo primero que se piensa es “como permite la policía local esta basura”, porque es lo que molesta al viandante. Pero pocas veces ese vecino molesto tiene datos para pensar en por qué una persona, hombre o mujer, pueda haber terminado en la calle. No es fácil hacerse una idea, y por eso el libro de Bustos es de gran interés.

Allí nos cuenta las historias que ha ido descubriendo, sobre todo las que le cuentan las personas que trabajan en los centros de acogida. Ellos saben bien de donde sale esta gente, cuales son sus dificultades. Desechos de la sociedad que no tienen materialmente donde meterse.

Ángel Cabrero Ugarte

Jorge Bustos. Casi. Asteroide 2024.