El libro que deseamos presentar seguidamente arranca con una pregunta referida a Benedicto XVI, cuya inolvidable figura aparece recortada en la fotografía de portada: ¿El último papa de Occidente? Tras este provocador título lo que contiene este trabajo es un ensayo periodístico acerca del pontificado de Benedicto XVI, obra del periodista italiano Giulio Meotti especialista en el mundo judío y en las claves culturales de la civilización occidental.
Precisamente, el prólogo de Jhon Waters, nos sitúa intelectualmente ante el análisis de futuro que vamos a leer pues, desgraciadamente hace caso omiso del pontificado del papa Francisco, al que acusa sin pruebas, de haber tratado “de cambiar la Iglesia según las exigencias del mundo” (8), para plantear abiertamente si habrá otro papa como Benedicto o la Iglesia habrá terminado para siempre su misión en el mundo (85).
Efectivamente, la figura de Benedicto XVI, será presentada a lo largo del libro como el último pontificado de la historia, como un coloso de la fe y de la cultura occidental, que cargó con la Iglesia y con el futuro del pensamiento occidental y pretendió “la recuperación de la cultura occidental y un concepto integral de la razón. Era un hombre al que no se podía encasillar en ninguna categoría, una paradoja viviente. Era quizá el lector más inteligente de la modernidad, uno que comprendía el impulso posmoderno mejor que muchos de sus seguidores” (9).
Precisamente, por haber comprendido Benedicto XVI muy bien la deriva de la antropología sin trascendencia del pensamiento posmoderno, cuyos análisis a favor de una ética universal y hacia la recuperación de la metafísica y, en general, de un regreso a las relaciones entre fe y razón, aportaba indudablemente claves certeras para la recuperación de la filosofía (39). La abundancia de datos sociológicos de la situación de la Iglesia en la vieja Europa: templos vacíos, escasez de vocaciones, desconfianza en las instituciones eclesiásticas, etc., hacen presagiar lo peor para la Iglesia: una Iglesia en minoría en Europa (46-47). Pero, tampoco, el nihilismo imperante de la dictadura del relativismo ofrece ninguna esperanza sólida al hombre de hoy (86).
Indudablemente, la solución, como ha sido siempre en la historia de la Iglesia vendrá de manos del Espíritu Santo que inspirará la renovación de la Iglesia. Como en siglos anteriores, la barca de Pedro no se hundirá, pues el Señor nos dijo: “yo estaré con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos” (Mt 26, 28).
También el papa Benedicto XVI en muchas ocasiones se ha referido a “los creyentes cristianos deben concebirse a sí mismos como esta minoría creativa y contribuir a que Europa recupere de nuevo lo mejor de su patrimonio y estar así al servicio de toda la humanidad” (30). Además, no debemos dejarnos engañar por las apariencias y descubrir en las comunidades tantas familias cristianas jóvenes que viven su fe, la trasmiten de padres a hijos y la contagian a otras familias y, juntos, buscarán la mejor educación para sus hijos. De ellas saldrán las vocaciones y se recuperará el tejido cristiano y social.
José Carlos Martín de la Hoz
Giulio Meotti, ¿El último papa de occidente?, ediciones Encuentro, Madrid 2021, 106 pp.