El Siglo de las luces



La reciente reedición del libro de Carmen Iglesias, Razón, sentimiento y utopía, dedicado al siglo XVIII francés, aporta muchas
sugerencias. No en vano, la época refleja un cruce intensísimo de ideas y de
cambio profundos. La autora retoma la conocida tesis del ilustre pensador Diez
del Corral: "El reino de la razón
comienza en medio del reino de Dios, pues no es algo distinto, sino una
construcción dentro de él, como un andamiaje de pensamiento incluso en la
creencia".


El libro se centra en dos figuras muy señeras: Rousseau (1712-1778) y Montesquieu
(1689-1755). Figuras clave de la confusa situación de la civilización europea,
que parte de la unidad de fe y razón, y se va desmembrando, hasta llegar a la
Revolución francesa.


El pensamiento, desde Descartes, lejos de simplificarse
se fue complicando. Esto fue característico de toda la época: "Del mismo modo que la observación de los
fenómenos físicos conducía al descubrimiento metódico de las leyes de la
naturaleza, la acumulación de observaciones sobre las costumbres y leyes de los
distintos pueblos y épocas permitía encontrar el encadenamiento de causas, la
ley de las leyes humanas, el espíritu general
" (p.36). Por otra parte: "si
de alguna premisa parte el pensamiento de Montiesquieu
es, precisamente, de la imposibilidad de soluciones universales y definitivas
para los asuntos humanos"
(p.79).


Así pues se llega a un racionalismo distinto: "El racionalismo del siglo de las luces
rechaza el fundamento idealista y metafísico de las ideas innatas como origen
del conocimiento para sustituirlo por el empirismo de origen lockeano" (p.303).
Por eso en Montesquieu
cambia el método: "Sustitución de la
noción de causa cartesiana por ley en el sentido newtoniano" (p.344)


Por otra parte, Rousseau es
definido como autodidacta y prófugo, peleado con Diderot,
Hume y los enciclopedistas por la publicación del Emilio: "La peculiar contradicción de que un hombre sensible como Rousseau, que confiesa haber abandonado a sus hijos al
hospicio, escriba un libro apasionado a favor de los niños, es realmente
llamativa y vuelve imposible contemplar con naturalidad la conducta anterior"
(p.373).


Es interesante el reflejo de las rupturas en una sociedad
que va dejando de ser católica y se va atomizando: "El siglo XVIII es el siglo de
la moral. Al
deslindar Moral de religión y Política de religión: siempre andan buscando
fundamentos morales sólidos
"
(p.115). Precisamente la atomización, se volverá contra ellos repetidas veces:
"Sin unos principios éticos que presidan
la vida individual y colectiva, ésta se convierte en una lucha de todos contra
todos
" (p.116). Como efectivamente sucedió en la Revolución francesa que
acabó devorando a sus propios hijos.



José Carlos Martín de la Hoz




Para leer más:



Carmen Iglesias, Razón, sentimiento y utopía, Galaxia Gutenberg-Cícrculo de lectores, 2006


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=5803