El profesor de Sagrada Escritura de la Escuela de Teología del Augustin Institute, formado en la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos), ha publicado en castellano, en la colección Verbum Domini de la editorial Cor Iesu de Toledo, un magnífico trabajo de clarificación de la investigación acerca de varios temas fundamentales tanto para la revelación sobre Jesucristo como para entender la Escritura: la divinidad de Jesucristo y la veracidad e historicidad del Nuevo Testamento.
Al terminar la lectura serena y sosegada de este sugerente estudio, descubrimos su parentesco con el extenso y prolijo libro sobre Jesús de Nazaret redactado por Ratzinger-Benedicto XVI hace ya unos años, pero que sigue teniendo una gran actualidad.
Indudablemente, muchas de las cuestiones abordadas en este ensayo repiten argumentos del libro del papa, pero el tono es mucho más apologético y, sobre todo, se detiene a explicar toda una problemática que a los no entendidos en la materia se nos escapa. Aporta datos precisos y esclarecedores sobre los debates actuales en marcha, los argumentos en los que se basan y los lugares comunes que circulan en el mundo científico.
Fundamentalmente, este libro proporciona al lector una gran seguridad, pues al aportar datos reales, acerca de la crítica interna y externa de la Sagrada Escritura, solucionará dudas que se han planteado y recogerá las conclusiones científicas que el Magisterio ha recibido y sancionado. Por ejemplo, sobre los cuatro evangelios concluye: “testimonios fidedignos basados en el recuerdo” (85).
Indudablemente, la clave de las respuestas que nuestro autor aportará a los grandes debates sobre la divinidad de Jesús (140) y la historicidad e interpretación de la Escritura (207) proceden de los mismos descubrimientos de la exégesis reciente, pero, sobre todo, provendrán de la Tradición oral y escrita de los Padres de la Iglesia.
Esta es la gran laguna de muchos de los autores, sobre todo, protestantes, que prefieren la interpretación de Karl Barth a la de san Jerónimo, estando el segundo más cerca del origen y con mayor conocimiento de causa de las lenguas semíticas, costumbres de la época y sobre todo experiencia del mundo judío en el que se escribieron los cuatro evangelios (222).
Es muy interesante el resumen final de este magnífico trabajo, cuando tras tantos argumentos externos e internos aportados concluye: “La Sagrada Escritura es verdadera y Jesús es Dios y actuó como Dios” (215). Desde luego, no se puede pedir más en tan breve espacio.
José Carlos Martín de la Hoz
Brant Pitre, En defensa de Jesús. Las pruebas bíblicas e históricas en favor de Jesucristo, ediciones Cor Iesu, Toledo 2022, 270 pp.