En las manos de Dios

 

El sacerdote, canonista y escritor Ernesto Juliá (Ferrol 1934), vivió en Roma en la sede central del Opus Dei desde 1956 hasta 1992 y, por tanto, fue testigo directo de muchos aspectos de la vida del Fundador del Opus Dei en aquél periodo pues, en ese tiempo, colaboraba en el gobierno de la actual Prelatura del Opus Dei.

 En esta ocasión, ha publicado un interesante trabajo, en ediciones cristiandad, de carácter teológico e histórico que es la edición ambientada y comentada de la última meditación del Fundador del Opus Dei, oración en voz alta delante del Santísimo Sacramento, el 27 de marzo de 1975, justo la víspera de las bodas de oro sacerdotales de san Josemaría (1902-1975).

En efecto, don Ernesto Juliá es persona adecuada para realizar esta investigación puesto que vivió cerca del Fundador del Opus Dei en aquellos años de su vida y, por tanto, ha podido aportar textos de aquella época, junto con algunos datos biográficos, que ayuden a la interpretación y entendimiento del texto.

Indudablemente, falta todavía tiempo para adquirir la necesaria perspectiva histórica y teológica y así poder entender y captar toda la riqueza y profundidad de ese texto y más en el contexto adecuado. Prueba de ello es la natural grima que todavía produce el hecho de exponer al gran público un texto del Fundador, oración en voz alta, donde se manifiesta tan íntimamente el alma de san Josemaría, puesto que algunas personas podrán leerlo de modo superficial y no captar la riqueza espiritual e histórica que contiene.

Efectivamente, don Ernesto ha subrayado tanto en la introducción como en el comentario del texto, la dureza del peso de la cruz y la contradicción que cargaba sobre el alma de san Josemaría en esos días de 1975. En primer lugar, nos recuerda la precaria situación de salud, que meses después causaría su muerte, unido a las naturales limitaciones de edad y deterioro físico junto con la responsabilidad de sacar adelante una institución de carácter universal y difundida por toda la tierra (22). En segundo lugar, subraya delicadamente la tremenda situación de la Iglesia Católica de aquellos años, por el llamado fenómeno de contestación que hacía sufrir a san Josemaría hasta el extremo de ofrecer su vida por la Iglesia. Finalmente, los sufrimientos que le causaba comprobar que algunas personas no entendían la naturaleza del Opus Dei y dificultaban que pudiera alcanzar su configuración jurídica definitiva como Prelatura personal (57).

La ultima meditación de san Josemaría trascurrió en el Oratorio del Consejo general del Opus Dei, oratorio de Pentecostés y como afirmaba don Ernesto: "Yo viví con él esa última meditación, apenas a unos metros de distancia. Nada especial fuera de la normalidad sucedió en esa media hora de oración. Y, a la vez, Josemaría Escrivá hablaba en una unión con Dios, en una comunicación con Cristo en el Sagrario, que tenía algo de novedad, que reflejaba algo diferente de lo vivido en muchas ocasiones " (52). Esa novedad y sus consecuencias es la materia de este ensayo.

José Carlos Martín de la Hoz

Ernesto Juliá, En las manos de Dios. Última meditación de Josemaría Escrivá, ediciones cristiandad, Madrid 20220, 193 pp.