Recuerdo aquella mañana de sábado de otoño del 2003, en la que recibí una llamada de Antonio Fontán para que fuera, con calma y tiempo por delante a su despacho en la calle Doctor Flemming de Madrid, donde efectivamente pasamos dos horas hablando de Historia y de otras cuestiones, siempre al más alto nivel.
Aquel día me regaló, al terminar la conversación, un ejemplar de su libro “Religión y política en la II República”. Apuntes Españoles (1931-1936). Además, tomó nota minuciosa del número de la copia que me entregaba; copia 14, que estaba fechada en el año de 1999.
Se comprende mi alegría cuando he visto en la librería esas páginas mecanografiadas y cosidas con una espiral, como recién salida del copista, convertidas en un magnífico libro editado por Rialp con prólogo de Antonio Fontán Meana y una magnífica introducción de Jaime Cosgaya García.
Evidentemente, al leer el libro me he encontrado que el responsable de la edición es el discípulo de don Antonio, el latinista, Eduardo Fernández recién regresado de México donde ha sido catedrático en la UNAM y en la Panamericana.
La lectura del libro me ha refrescado muchas cosas que había anotado mentalmente en la primera lectura del libro en papel con su espiral, recién salido de la encuadernadora y destinado a ser libro de consulta y material de trabajo.
La primera cuestión, que tengo clara es que este libro está escrito después de muchas horas de pensamiento sosegado, de abundantes lecturas, de anotación de recuerdos y conversaciones tranquilas y pausadas con protagonistas del momento histórico de la Segunda República.
Este libro no es, por tanto, un punto de llegada sino un punto de partida para hablar de la cuestión entre expertos en la materia que estén al día en la documentación actualmente abierta y en el futuro, cuando se vayan abriendo archivos.
Las notas bibliográficas están obsoletas a posta, pues se trata de dialogar de modo constructivo, con personas de otra generación para, desde este cimiento, conocer mejor lo que pasó y, sobre todo, aprender las lecciones que debemos sacar de aquellos dolorosos hechos de la guerra civil.
Desde luego invito al lector a situarse unos años atrás y leer el juicio que escribió don Antonio sobre Ortega y Gasset, Giner de los Ríos, de los llamados intelectuales del momento (52-54). Asimismo es muy interesante, para compararlo con la actualidad la opinión y el juicio sobre la Iglesia Católica que tienen los socialistas y anarquistas de la actualidad y la que tenían en la Segunda República (79). Finalmente, conviene leer detenidamente los acontecimientos desde febrero del 36 hasta el 18 de julio para entender la visión que tenía don Antonio de aquellos hechos.
José Carlos Martín de la Hoz
Antonio Fontán, Episodios Republicanos. Apuntes sobre Religión y política en la II República (1931-1936), ediciones Rialp, Madrid 2021, 260 pp.