La investigación coordinada por el catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Navarra, Pablo Pérez López, con otros historiadores de bachillerato y de universidad, que ahora presentamos, aborda con un lenguaje sencillo y sólidos argumentos la construcción de la España democrática actual y señala claramente la multiforme influencia en el tiempo y en el espacio de las ideas de Europa en España y de España en Europa, hasta alcanzar ambas en la actualidad una copresencialidad esencial.
Nos parece muy importante el profundo significado del subtítulo: una mirada desde el siglo XXI, pues este trabajo está redactado desde la mirada de una Comunidad Económica Europea democrática y humanista, en la que dicha Europa sin España y su riqueza cultural, religiosa y política, variada y plural, no sería la misma, ni podría ser entendida como unidad cultural.
A la vez, en este ensayo histórico se adoptan ciertas formas metodológicas que pueden ayudar al lector universitario o al estudiante de esta asignatura en sus diversos formatos y cualificaciones a lograr hacerse una idea clara de los rasgos esenciales de la historia de España en ese período y de la influencia recibida.
En efecto, como expresaba magníficamente Ortega y Gasset, el siglo XIX en España fue el siglo del liberalismo (conservador y progresista) que se fue implantando en la península Ibérica, no solo para terminar con el Antiguo Régimen, sino sobre todo para participar en un sistema democrático que terminaría por implantarse definitiva y extensamente en el cuarto final del siglo XX (64-65) en España, aunque esto último no lo viera Ortega.
Es indudable que el carácter español y sus abundantes raíces cristianas, aunque había cambiado mucho respecto al siglo XVI, aportó mucho en la Segunda República, pero faltaba la necesaria cultura democrática de fondo (242) y, por tanto, tendrían que pasar años, una guerra civil y una dictadura hasta la reconstrucción de la democracia.
Desde 1957 que se encontró el camino adecuado para el desarrollo económico y social (314-318), el crecimiento ha sido verdaderamente imparable y España ha seguido aportando fuerza, impulso, creatividad y valores profundamente cristianos al conjunto de la Comunidad Europea, primero con la transición democrática y luego con la consolidación de un sistema, a pesar de las ideologías decadentes que todavía desean imperar (364-365).
Las raíces cristianas de Europa fueran claves durante el Antiguo Régimen y consolidaron una Europa unida cultural y espiritualmente hasta que, tras la ruptura de la Revolución francesa, se diese paso al liberalismo y posteriormente después de las Segunda guerra mundial al estado del bienestar que ha imperado hasta su práctica desaparición en la actualidad. Esperemos que la Nueva Cultura y la Nueva civilización que está surgiendo siga nutriéndose de las raíces cristianas de siempre.
José Carlos Martín de la Hoz
Pablo Pérez López (Coord), España Contemporánea. Una mirada dese el siglo XXI, ediciones Eunsa, Pamplona 2021, 395 pp.