El famoso profesor de moral de la Facultad de Teología de Cataluña, el jesuita José Ignacio González Faus, redactó hace unos años un inolvidable apunte acerca de los papeles y el diario de Etty Hillesum (1914-1943), una judía holandesa protagonista de una de las grandes aventuras del siglo XX.
La publicación del diario de Etty Hillesum fue un éxito editorial sin precedentes y, al salir la traducción en castellano en ediciones Anthropos en 2007, González Faus, decidió dedicarle una monografía a comentarlo, y ese texto, en su tercera edición, es el que deseamos ahora glosar brevemente.
Indudablemente estudiar un diario y un epistolario de una joven que empieza por escribir sus sentimientos acerca de si se va a acostar con su psiquiatra, teniendo ella pareja y él una novia formal en Londres, para termina por describir su amistad con Dios en el campo de exterminio de Auschwitz, donde se convierte en un ángel de paz para sus compañeros y donde finalmente es gaseada con tan solo 28 años en 1943, es verdaderamente una aventura extraordinaria. En efecto, todos los que han tenido como misión acompañar espiritualmente a jóvenes de esas edades saben muy bien la complejidad de la materia, la necesidad de respetar la libertad e ir señalando caminos, a modo de acompañamiento espiritual, pero dejar hacer al Espíritu Santo y a la libertad humana.
José Ignacio González Faus, comienza comentando que en realidad no se trata de un diario sino de la descripción de sentimientos en formas de “itinerario” de fe y de transformación por la fe y por la gracia de Dios. A esto hay que añadir la extraordinaria capacidad de Etty Hillesum para no engañarse y expresar lucidamente lo que Dios va haciendo con ella. Ese itinerario lo resumen nuestro autor con cuatro expresiones o capítulos: “Ella misma, Dios, el dolor y la mística de la solidaridad” (10).
Verdaderamente, lo que más impresiona a González Faus y a cualquier lector es comprobar como Dios busca la conversión al amor de una joven con apenas formación, pero dotada de una gran sensibilidad, gracias a la cual va correspondiendo a la gracia de Dios para llegar verdaderamente a la complicidad (44, 50).
Finalmente, la amistad con Dios la fortalece ante el dolor y el sufrimiento. Con la gracia de Dios y su amistad se convierte en corredentora”, mediante el inmenso amor a cada persona del campo de exterminio (94). Con Dios y en Dios lo puede todo, lo soporta todo, trasmite paz: “Ahora tengo un gran equilibrio en mí., tengo fuerza para soportarlo, tanta tranquilidad y tal visión de las cosas 9.que me hace ver cómo se relacionan, aunque no las conozca de inmediato” (107). El libro termina con una extraordinaria reflexión sobre la “mística solidaria”: es decir “amo tanto al prójimo porque amo en cada persona un poco de ti, Dios. Te busco por todas partes en los seres humanos y a menudo encuentro un trozo de Ti” (114).
José Carlos Martín de la Hoz
José Ignacio González Faus, Etty Hillesum, Una vida que interpela, ediciones Sal Terree, Santander 2023, 166 pp.