Del libro Vida. Mi historia a través de la historia, nos vamos a detener en ciertas expresiones que utiliza el pontífice y que pueden habernos producido perplejidad. Francisco ha utilizado términos tales como "Dios nos primerea", "Una Iglesia en salida", la Iglesia "hospital de campaña", "Las periferias existenciales" o el vocablo "sinodalidad", que algunos han podido entender erróneamente como una especie de refundación de la Iglesia.
Dios nos primerea. Francisco hace referencia a ello cuando escribe acerca de su vocación al sacerdocio: "Dios es aquel que va siempre delante de ti" (pág.74). Al traducir esta palabra extraña se convierte en una afirmación espiritual reconfortante.
Una Iglesia en salida: El pontífice utiliza esta expresión al relatar la quinta reunión de la CELAM, que tuvo lugar en 2007 en el santuario mariano de Aparecida. De su documento final subraya el deseo de convertirse en "una Iglesia misionera en salida que va al encuentro de la gente, de la comunidad, para compartir el encuentro con Cristo Salvador" (pág.200). Entiendo que no se está llamando a grandes movilizaciones, sino a salir de nuestra zona de confort -la piedad individual- de forma que nuestra fe pueda ser vista y valorada por los que nos rodean, y aquí entrarían desde los gestos de afecto a parientes y vecinos, la colaboración con las actividades parroquiales o determinados detalles de piedad popular como pueden ser una estampa devota, el Belén en Navidad o la Bendición de la mesa.
Las periferias existenciales. Podríamos pensar que las periferias existenciales fueran aquellos barrios extremos donde se hacinan los más desfavorecidos, pero no es así o no del todo; lo aclara Bergoglio en su discurso a los cardenales previo a su elección, cuando pide "ir a las periferias, no solo geográficas sino también existenciales: las del misterio del pecado, del dolor, de la injusticia, las de la ignorancia y de la ausencia de fe, las del pensamiento, las de cualquier forma de misera" (pág.215). Ante estas palabras del futuro pontífice nos preguntamos ¿quién afrontará el ateísmo sociológico y práctico que nos invade en la cultura, en los medios, en la opinión de la calle, en nuestros hijos y hermanos?
Una Iglesia en salida es lo contrario de lo que el pontífice denomina autorreferencialidad y también narcisismo teológico, éste se produce cuando lo único que preocupa en la Iglesia son los problemas propios y no las necesidades de los hombres. Afirma el pontífice que "cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar, se vuelve autorreferencial y enferma" (pág.215). Quizás podríamos incluir en esta actitud autorreferencial la reciente polémica sobre las bendiciones a las parejas homosexuales o transexuales, resulta evidente que Francisco no piensa en el gesto de bendecir sino en las personas que van a recibir la bendición, que son hijos de Dios (pág.256).
A la Iglesia hospital de campaña se refiere el pontífice cuando recuerda la crisis económica que sufrió Argentina en el año 2001: "Teníamos que ser una especie de hospital de campaña para los necesitados. Las parroquias permanecieron abiertas día y noche para los que se habían quedado sin casa; pedimos a los fieles productos de primera necesidad para los indigentes; abrimos centros médicos que distribuian medicamentos de forma gratuita, y colocamos hornos para hacer pan y regalarlo" (pág.191); eran medidas transitorias, pero demostraban una preocupación por los hermanos que estaban sufriendo en el cuerpo y en el alma. En aquel momento Bergoglio dio la máxima importancia al hecho de escuchar a las personas que lo estaban pasando mal.
Haciendo lío. El papa critica la pasividad social ante el cambio climático y la hipocresía de los gobiernos, que dicen preocuparse por el hambre en el mundo pero dedican sus recursos a adquirir armamento, por eso anima a los jóvenes a salir a la calle haciendo lío, "a condición de que las manifestaciones de protesta no desemboquen en actos violentos ni en pintarrajear las calles o las obras de arte" (pág.236). Comprobamos aquí como la expresión haciendo lío, lo mismo puede aplicarse a una actividad apostólica con la juventud como a una protesta contra el cambio climático.
Existe una expresión muy peculiar del papa y es la del pastor con olor a oveja, y no es fácil entenderla sin descender a lo concreto. El papa la traduce como "ponerse al servicio de los más frágiles, de los pobres, de los últimos, es lo que el hombre de Dios, sobre todo si está en la cúpula de la Iglesia, debería hacer, ser pastor llevando encima el olor de las ovejas" (pág.156). Considero que se refiere a no desentenderse de las personas concretas y de sus necesidades.
Encuentro una expresión desconocida, que no utiliza el pontífice sino su interlocutor, el periodista Fabio Marchese, pero que indudablemente pertenece al primero y es la de religiosidad popular integral (pág.135). Fabio Marchese relata como la Compañía atendía una parroquia con la que también colaboraban los futuros jesuitas y explica que "para Bergoglio era muy importante que sus curas bajasen a la calle. Los futuros jesuitas tendrían que batir los tres barrios que correspondían a la parroquia y estar con la gente, sobre todo con los más pobres. En definitiva, tendrían que vivir una religiosidad popular integral". Entiendo que se pedía a esos jóvenes que compartieran con la gente sus alegrías y sus penas, intereses y preocupaciones, sus juegos juveniles y las enfermedades de sus mayores, no esperar que fueran los fieles los que acudieran a ellos, lo cual sería clericalismo. Valdría la pena ver lo que dice Francisco sobre el clericalismo, pero supondría alargarnos demasiado.
Por último, veamos lo que dice el papa acerca de la sinodalidad. Esta solo aparece mencionada una vez en el libro, cuando Francisco expresa sus deseos para la Iglesia y entre otros anhelos manifiesta el de "una Iglesia sinodal, unida, que se pone al servicio del pueblo de Dios, a pesar de que en su interior haya quien, víctima de tentaciones dibólicas, la querría dividida" (pág.224). Es decir, unidad y participación de todos los fieles, en función de sus carismas propios, en una Iglesia movida por el Espíritu Santo.
Además del interés espiritual y apostólico que tienen las expresiones anteriores, comprobamos que no son vocablos teológicos con una significación exacta, sino más bien expresiones de tipo pastoral aplicables a múltiples situaciones.
Juan Ignacio Encabo Balbín
Francisco, papa, Vida. Mi historia a través de la Historia, HarperCollins, 2024.