Franco según Casanova

 

El profesor Julián Casanova, catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Zaragoza goza de un gran prestigio en el estudio de la segunda mitad del siglo XX, tanto por las investigaciones publicadas como por los discípulos que ha firmado.

En realidad, Casanova no se ha documentado suficientemente, en algunos puntos capitales, como ahora veremos, aunque en realidad, el problema estriba que todavía están sin abrir algunos archivos que son capitales para entender decisiones del dictador y algunas de sus dinámicas con el movimiento nacional y sobre todo con la Iglesia.

En cualquier caso, la teoría del nacional catolicismo que intentó introducir Botti desde Italia no ha funcionado, como bien demuestra en este trabajo el profesor Casanova que ha optado por la caracterización del franquismo como gobierno personal.

El trabajo de Luis Suarez con ser muy completo y basado en fuentes documentales proporcionadas por la propia familia, no dejaba de ser un estudio, y en caliente, de un especialista en el siglo XV. Lógicamente muchas de sus apreciaciones vienen a ser contradichas por Casanova, que ha podido consultar más documentación de archivos que se han abierto en estos años y, sobre todo, que la perspectiva histórica ha ido madurando.

Es una pena que a pesar de los años transcurridos y de la documentación publicada, Casanova continúe con una visión deformada del Opus Dei como si hubiera actuado como un grupo político, “los tecnócratas” (370), como fruto de una visión conquistadora del poder: “su evangelio fue la racionalización, el desarrollo y la eficacia, sin democratización política y sin abandonar nunca el marco de la estructura política autoritaria” (303). Ni siquiera menciona a Antonio Fontán ni a Rafael Calvo Serer que, también eran del Opus Dei, catedráticos y con gran influencia en la vida cultural y política, incluso en la transición.

Es interesante, que Casanova descubra y ponga en solfa que Franco fue un dictador autoritario ignorante y engañado en materia política que impuso sus ideas durante un tiempo a un país extenuado por la guerra civil de las ideas, pensando que posteriormente el rey Juan Carlos I y el movimiento nacional continuarían con la pantomima de “democracia orgánica” (341, 374).

También adolece este trabajo de una correcta visión del desconcierto que Franco tuvo acerca del Concilio Vaticano II y la desaparición de estados confesionales como España. Ni entendió el fenómeno de la contestación ni el deseo de san Pablo VI de que abandonara el “derecho de presentación de obispos”. Pero tampoco lo entiende Casanova cuando ve al Opus Dei detrás del cambio operado en España tras el concordato del 1953 (342)

José Carlos Martín de la Hoz

Julián Casanova, Franco, Crítica, Barcelona 2025, 475 pp.