Con este sugerente título el prof. Diego Martínez Caro
aborda, después de muchos años de investigación en cardiología en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Navarra, las grandes cuestiones científicas
acerca de los orígenes.


            Los cuatro capítulos en los que se articula su trabajo
son apasionantes: el origen del mundo, el origen de la vida, el origen de las
especies y el origen del hombre. La perspectiva es estrictamente científica. De
todas formas no deja de señalar las propuestas que proceden de los demás
ámbitos del conocimiento: Teología, filosofía, antropología, etc.


            La diferencia de esta obra con otras que se pueden
encontrar en el mercado, es que pone al alcance del gran público el estado
actual de la investigación científica. Es decir, lo que está comprobado
experimentalmente y en qué sentido lo está. Por supuesto también señala las
hipótesis en liza y qué se basan. De ese modo el lector puede distinguir lo que
está científicamente asentado, lo que se está investigando y las ideologías que
hay en juego y sus tergiversaciones.


            Es importante señalar que el libro está planteado en
términos científicos, por tanto si al lector le falta base o conocimientos
suficientes, mi consejo es no desesperar y seguir, pues más adelante encuentra
explicaciones más llanas. El conjunto resulta asequible: basta con seguir
leyendo.


            Por ejemplo hablando de la diferencia entre la química y
la biología dice el autor: "El fracaso de miles de experimentos en este campo
es una clara muestra de la enorme dificultad de conseguir la necesaria
complejidad específica, así como de acumular y transmitir la gran cantidad de
información que se requiere. Y todo ello sin olvidar que crear un sistema vivo
va más allá de la mera producción de ADN o proteínas" (p.232). O esta otra:
"Aunque el salto de lo no-vivo a lo vivo es considerable, mucho más lo es el
que se da entre lo vivo y lo que además de vivo, es inteligente. Y llegados a
este punto, hay que reconocer que el fisicalismo es incapaz de explicar la
inteligencia o la memoria" (p.295).


            Otra de las aportaciones de este libro es la exquisita
separación de planos, de modo que pueden deslindarse las aportaciones de
la Teología Católica de lo que dice la ciencia experimental. Ahora bien, es realmente
interesante como se está llegando a una convergencia. Quizás, en la medida en
que se abandonen suspicacias de pueda ir más deprisa.


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Martínez Caro, D. (2008) Génesis,
Madrid, Homolegens