Historia de la Apologética

 

El cardenal Avery Dulles, fallecido hace muy pocos años, recogió en esta historia de la apologética, publicada por primera vez en castellano por la Biblioteca de Autores Cristianos, la síntesis de su investigación a lo largo de toda la vida. Abarca pue, el modo de hacer apologética desde los comienzos del cristianismo hasta nuestros días, y expone los principales hechos, autores y métodos de la apologética cristiana.

En primer lugar. Dulles, subraya la importancia del milagro en la apologética cristiana de todos los tiempos y, también en la actualidad, como manera de confirmar la doctrina expuesta en la  predicación del Evangelio (14). El argumento esencial es que fue lo que hizo Jesús en los caminos de Judea y Galilea (cfr. San Agustín, p.95).

Pero lo más importante es, como decía San Pablo, el milagro de la resurrección: “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe”. Es pues, un tema recurrente en este trabajo, la fuerza del argumento de la resurrección (por ejemplo, páginas 3, 4, 19, 53).

También se referirá el cardenal Dulles al argumento de Santo Tomás expresado en la Suma contra Gentiles, cuando, al seguir la estela de san Agustín, afirmará que la prueba más clara de la autenticidad de la fe es la rápida expansión del cristianismo en la antigüedad: “esta conversión tan admirable del mundo a la fe cristiana es índice certísimo de los prodigios pretéritos, que no es necesario repetir de nuevo, pues son evidentes en su mismo efecto. Sería el más admirable de los milagros que el mundo fuera inducido por los hombres sencillos y vulgares a creer verdades tan arduas, obrar cosas tan difíciles y esperar cosas tan altas sin señal alguna. En verdad, Dios no cesa aún en nuestros días, de realizar milagros por medio de sus santos en confirmación de si fe” (CG, I, 6) (138-139). Asimismo, el teólogo del siglo XII, Ricardo de San Víctor dice hablando de tantos y portentosos milagros que: “atestiguan la revelación divina a los Padres, que el tener la más leve duda acerca de ellos parecería una forma de demencia. Pues tan diversos y extraordinarios milagros no podrían ser realizados excepto por Dios” (De Trinitate 1,2  en PL 196, 891) (128).

Respecto a las diversas épocas históricas y a los grandes apologistas de cada momento, la visión del cardenal Dulles es muchas veces aguda y fina, como cuándo cree descubrir en  La epístola a los hebreos el primer tratado de apologética de la antigüedad cristiana (20); pues es donde se subraya la fe que se nos da y que se nos pide, como la de Abraham para ponerse en camino ni saber adónde (heb 11,8). También es interesante sus sugerencias para leer los evangelios: así para nuestro autor, Marcos apunta a fortalecer la fe de los creyentes con los milagros (21)); Mateo, a su vez, busca fortalecer la fe a los conversos judíos contra los judaizantes (22); Lucas narra la historia de la salvación (24) y, finalmente, Juan apuntala la fe de los cristianos de Éfeso (29).

En suma, un libro que vale la pena leer pues  muestra la coherencia y la belleza de la Revelación cristiana, y la preocupación de los cristianos de exponerla.

 

José Carlos Martín de la Hoz

Avery Dulles, La historia de la apologética. Encuentros y desencuentros entre la razón y la fe, ed. BAC, Madrid 2016, 433 pp.