La Profesora Cristina Palomares, experta en
Relaciones Internacionales formada en Cambridge y en la London School, acaba de publicar su
libro: Sobrevivir después de Franco.
Evolución y triunfo del reformismo, 1964-1977, ed.Alianza,
Madrid 2006, 398 pp. La obra se centra
en los personajes y líneas de influencia que hicieron posible la Transición
política en España.
El mérito de este trabajo
estriba en su paciente investigación a través de las hemerotecas, prensa y de
las memorias publicadas en estos últimos años. Así como la somera investigación
del funcionamiento de la maquinaria del Régimen de Franco en los años 60, hasta
el fallecimiento del General.
Es interesante constatar
como se está haciendo la Historia de España, con los escasos documentos
desclasificados hasta el momento, y con la abrumadora información de la
historia oral. Todo ese material necesitará ser cribado con las fuentes
autenticas documentales y entonces, con la necesaria perspectiva, se podrá
analizar.
La autora escoge dos
grandes líneas de fuerza para construir su trabajo: por una parte la figura del
rey Juan Carlos y, de otra, Manuel Fraga. Sobre esas dos figuras, sus
antecedentes, desarrollo biográfico e intelectual, y articulará su
argumentación.
Las conclusiones son
claras: el gran artífice de la Transición sería el Rey y su habilidad para
contar con Torcuato Fernández Miranda y Adolfo Suárez: con ellos lograría la
transformación de las Leyes Fundamentales del Régimen Franquista en la
Constitución democrática de 1977. Una operación
de transformación.
La otra gran conclusión es
la derrota de Manuel Fraga al escorar a posturas conservadoras y no haber
captado que la sociedad quería un cambio pacífico, pero cambio sustancial: Fraga,
perdió el centro político que le arrebató Suárez.
Es difícil hacer la
historia de este período y más cuando las ideologías tardaron en cuajar en
programas de Partido. Por eso la autora, como tantos historiadores, simplifica
el análisis organizando grupos de presión que se disputan el poder.
Precisamente la habilidad de Franco fue retrasar la aparición de los Partidos
Políticos hasta su muerte. Aquí radican los fallos de este trabajo.
Efectivamente López Rodó, Ullastres y Navarro Rubio llegaron a una coherencia en sus medidas
económicas y de desarrollo: pero no llegaron a la convergencia por ser del Opus
Dei sino porque eran las líneas que se requerían para pasar de una economía
autárquica a otra de liberalización del mercado. La autora del trabajo parece
apuntar algo, cuando señala: "Ese grupo
desoyó el mandato del episcopado, ya que según ellos, no estaban allí para
hacer política católica. Aunque para muchos, el Opus Dei estaba considerado
como un grupo de presión política, para otros la actividad política de algunos de
sus miembros no representaba el espíritu del grupo. De hecho, miembros de la
organización católica, como el mismo Calvo Serer,
diferían sustancialmente en sus posturas políticas, sobre todo en torno a la
cuestión de la España postfranquista". (p.44). Pero,
defrauda cuando, en el resto del libro, considera al "grupo" Opus Dei como una
unidad de acción. De hecho lo señala cuando, en páginas sucesivas, aparezcan
personajes tan distintos como Antonio Fontán o López Bravo.
José Carlos Martín de la Hoz
Para leer más:
Cristina Palomares, Sobrevivir
después de franco. Evolución y triunfo del reformismo, 1964-1977, Alianza
2006
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=5597
Julio MONTERO-José Luis ROIG, España,
una historia explicada, Dossat 2005
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=3428
José García Abad, Adolfo Suárez.
Una tragedia griega, La esfera de los libros 2005
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=3679