El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Navarra, Jaume Aurell, acaba de publicar un magnífico trabajo acerca del legado de la edad Media que contrarresta en gran parte la leyenda oscurantista de ciertas corrientes historiográficas que desde Petrarca hasta nuestros días han denostado una parte importante de nuestra historia.
Efectivamente, a “hombres de gigantes” (15), como se decía en aquella época, es como caminamos y avizoramos, en cada tiempo de la historia, mirando desde más arriba los pasos y caminos que hemos de tomar para ir adelante, pues cada etapa aporta a la gran tradición de la Iglesia y de la sociedad un conjunto de valores y de aportaciones que contribuyen al desarrollo de la dignidad de la persona humana.
Indudablemente, la gran lección que nos ha dejado el medievo ha sido remontar la invasión de los pueblos germánicos desde el siglo V hasta el siglo XV (28) en el que comenzó el Renacimiento y enseguida el humanismo cristiano de la Escuela de Salamanca. En esos diez siglos se fundieron el cristianismo, el derecho romano y la filosofía griega para dar lugar a una nueva civilización bien distinta al imperio romano, llena de más luces que sombras (39).
Nuestro autor irá desarrollando con maestría, aunque sea a grandes rasgos, los momentos estelares de la edad Media: el ambiente cosmopolita (51), las intensas relaciones fe y razón (53) y los claustros y monasterios donde se preservó la fe y la cultura (58).
Enseguida se detendrá en “la Europa de las catedrales” (81) y en el paso de la innovación teológica de los conventos a las escuelas catedralicias y palatinas. Para terminar en la eclosión de la Universidades: “Los héroes fundadores de las Universidades” (72) y sobre todo en la apertura de la búsqueda de la verdad en la ciencia y de la perspectiva en el arte (111).
La segunda parte del libro, constituye un ensayo dentro del ensayo y viene a recordar los diez momentos estelares del medievo o las líneas de fuerza que deben tomarse para caracterizar un nuevo relato de la edad Media.
El resumen telegráfico sería el siguiente: espíritu contemplativo (156); la práctica de no ser práctico (173); la contención (182); “Nobleza obliga” (204); la aspiración al heroísmo (217); la reforma sobre revolución (224); el aprecio a la tradición (233); capacidad de sonreír (246); la permanencia de los clásicos (251) y la cortesía (260).
En definitiva, con estos valores y la amplia exposición que ha realizado, el profesor Aurell, ha preparado el índice extenso de un nuevo libro que podría consistir en un nuevo relato de la Edad Media (276).
José Carlos Martín de la Hoz
Jaume Aurell, Un decálogo de valores medievales para nuestro tiempo, ediciones rosamerón, Barcelona 2025, 300 pp.