Horizonte del liberalismo

 

Toda la vida y el pensamiento de la filósofa española María Zambrano (1904-1991) está transido por un gran amor a la libertad y, por tanto, es lógico que el título que escogiera para editar su primer ensayo en 1936, muy poco antes del estallido de la guerra civil española, fuera para clamar por la libertad que estaba gravemente amenazada por las ideologías imperantes y en choque frontal en España y que acabarían por llevarnos a la guerra civil. Lógicamente, nuestra autora, partirá del concepto de libertad que había arraigado en la España del siglo XIX, desde las Cortes de Cádiz, la primera y la segunda República, hasta llegar a los grandes pensadores del comienzo del siglo XX; sus maestros en la Facultad de Filosofía de la Universidad Central de Madrid.

El tema central de este ensayo será, por tanto, presentar tanto los restos del liberalismo progresista, como del conservador que habían dado vida a España, como dos ideologías periclitadas por el desgaste del tiempo y de los acontecimientos del siglo XIX en España, que condujeron a la dictadura de Primo de Rivera primero, al anarquismo más fuerte de la historia y, después, a una guerra fratricida antes de caer en el marxismo puro y duro que aleteaba en gran parte del liberalismo progresista que estaba detrás de muchos de los partidos que constituían el Frente Popular.

Las duras diatribas de la autora contra la Iglesia y contra el liberalismo conservador de los partidos que gobernaron hasta febrero del 36, indican que el liberalismo que presentaban estaba igualmente desdibujado. Indudablemente establo hablando de un liberalismo fundado en el deísmo y el individualismo (90). Aunque diga que el individualismo no ha de ser arbitrario, lo será (93).

La propuesta de la malagueña es recuperar el primigenio espíritu de la libertad, entendido como energía regeneradora, sin nadie al que dar cuentas, capaz de asumir las cargas sociales junto con los requerimientos de una libertad para la vida, amplia de horizontes y generosa de afanes y esfuerzos (103).

Nuestra autora tratará de un concepto de libertad que hunde sus raíces en la filosofía de Ortiga, Unamuno y García Morente, pues de todos sus maestros tomará parte de la libertad, aunque dejando otra parte fuera. Pues ella misma es consciente de que la libertad es un don de Dios que se debe vivir en la vida personal pero también en la sociedad en la que se trabaja y se transforma en cada etapa de la historia. Evidentemente, los parámetros sociales, económicos y raciales son distintos y en la propia libertad está parte del impulso para plantear la libertad en esas nuevas direcciones: “toda contradicción se resuelve ahondando en el subsuelo” (108).

Lógicamente, en un clima de preguerra civil y de miedo a los grupos parlamentarios de carácter totalitario y asentados en la utopía, Zambrano clama por una libertad real, con horizonte amplio, empeñada en el diálogo social, que cree y confía en la dignidad de la persona humana: “libertad fundada en la razón, en la fe y en el amor” (113).

José Carlos Martín de la Hoz

Marta Zambrano, Horizonte del liberalismo, Alianza editorial, Madrid 2023, 115 pp.