Instrucciones Secretas de la Inquisición

 

Hace unos años buscando en los ficheros de la Biblioteca Nacional de Madrid, papeles y manuscritos que trataran acerca de la organización y objetivos de la moderna Inquisición española en el Reino de Castilla, apareció un pequeño volumen encuadernado con una tapas sencillas que contenía un tratado compuesto por la suma de las cinco grandes instrucciones que, a lo largo del siglo XVI, habían sido enviadas desde el Tribunal de la Suprema Inquisición a los Tribunales sufragáneos que dependían de él.

El interés por el hallazgo es indudable y estamos seguros que la publicación de esos documentos, cinco siglos después, proporcionará a los investigadores y a las personas interesadas en el conocimiento de la organización y funcionamiento de este Tribunal, información y datos nuevos.

Asimismo, la  lectura atenta de esos documentos es la mejor prueba de cuáles eran los verdaderos objetivos y métodos de la Inquisición española desde el comienzo de su actividad, es decir, la investigación del pecado de herejía en el alma del acusado y, por tanto, ayudarle a percatarse el grave riesgo que corría de condenación eterna de su alma y, por otra parte, de ser acusado de conspiración de los fundamentos del estado, pues la fe era elemento clave en la cohesión social y el aglutinante del pueblo entorno al monarca y, por tanto, el hereje, era un potencial destructor de la misma. Estos dos argumentos explican también las medidas que arbitraron para propiciar el arrepentimiento y la conversión del acusado.

La claridad con la que hablan los documentos que publicamos acerca de una realidad tan tergiversada a lo largo de la historia hasta la actualidad, nos ha movido a preparar una edición crítica, con la que el lector podrá acceder libre y directamente al texto de los documentos con la correspondiente compulsación de las fuentes y las notas necesarias y, de este modo, poder estudiarlos adecuadamente.

Hemos añadido, asimismo, una breve introducción, que proporcionará al lector las imprescindibles coordenadas históricas, teológicas y canónicas, con las que interpretar y hacer  comprensible el documento que ahora editamos.

Evidentemente, con esta introducción y con la edición histórico-crítica de los documentos inquisitoriales que ahora presentamos, no pretendemos justificar, ni mucho menos, la existencia de la moderna inquisición en Castilla, ni en cualquier otro lugar, puesto que nunca debió de establecerse. Es más, desde el punto de vista teológico y canónico hubiera bastado para la defensa de la fe el ejercicio del poder de regir a la Iglesia que Jesucristo entregó a los apósteles y, a través de ellos al Romano Pontífice y a los obispos hasta el final de los tiempos.

Ahora, con el paso de los siglos y la perspectiva de la historia de la salvación, se ve con gran claridad que nadie debe ser juzgado por sus ideas, ni forzado a la conversión de sus pecados. Hemos aprendido que en la Iglesia todo se basa en la gracia de Dios,

José Carlos Martín de la Hoz

José Luis López de Zubillaga-José Carlos Martín de la Hoz, Las Instrucciones Secretas de la Suprema Inquisición, ediciones Universidad de San Dámaso, Madrid 220, 221 pp.