La crisis de Europa

El último número de la Nueva Revista (núm.187) nos sorprende con un estudio sobre la idea de Europa y su crisis. La filósofa española María Zambrano, los británicos Steiner y Dawson, el escritor checo Milan Kundera, el cardenal Ratzinger y distintos analistas contemporáneos se han preguntado por la idea, el secuestro, la agonía y la muerte de Europa.

1.Durante el siglo XX el continente europeo padeció dos guerras arrasadoras y la segunda de ellas dejó centroeuropa bajo el dominio del comunismo soviético. A fin de evitar nuevos enfrentamientos y de preservar la democracia, los países europeos occidentales arbitraron la Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea, donde hoy se constata un estado de insatisfacción debido a la crisis económica, la geopolítica y, entre otras causas, la llegada masiva de inmigrantes del Tercer Mundo. Colonias de inmigrantes procedentes de otras culturas llegan y se instalan en el continente. Murray nos impresiona con el dato de que en la ciudad de Londres solo el 44 por ciento de sus habitantes se considera británico blanco (pág.46). Algunos hablan de un cambio de ciclo histórico en Europa.

2. Los autores citados están de acuerdo en que Europa no es tanto una entidad geográfica como un área cultural o suma de valores, la pregunta es cuáles son estos. Se tiende a identificar la palabra cultura con el ejercicio de las bellas artes, es una visión reduccionista, cultura es el conjunto de principios que guían la actuación de un individuo o de una comunidad, así hay una cultura del ahorro, del trabajo, una cultura religiosa o de la solidaridad.

3. Al final de la Segunda Guerra Mundial, María Zambrano publicó La agonía de Europa (1945), allí afirmaba que la crisis europea tenía su origen en el alejamiento de los principios intelectuales que habían inspirado a la Grecia clásica, sustituidos por la servidumbre de los hechos científicos. Igualmente consideraba que el superhombre del que había hablado Nietzsche, liberado de la vieja moral judeo-cristiana, podía pasar del optimismo más ingenuo al terror, de la esperanza al nihilismo (pág.43).

George Steiner (1929-2020) considera que la revitalización de Europa ha de venir de la mano de principios espirituales y que "ganar dinero, tener éxito o inundar nuestras vidas de bienes materiales es una pasión profundamente vulgar, que nos deja vacíos" (pág.13). Reconoce que la idea de Europa es inseparable de la historia del cristianismo occidental, pero señala como "el cristianismo decae con fuerza. Europa es mayoritariamente agnóstica o atea, desaparece la práctica religiosa y baja la natalidad de la población autóctona. Apenas se oyen voces cristianas influyentes en el espacio público del viejo continente" (pág.15). Dawson (1889-1970) y Ratzinger (1927-2022), católicos, se preguntan si los valores espirituales pueden subsistir sin algo parecido a una religión (pág.13).

4. Cuando el escritor checo Milan Kundera (1929-2022) llega a París en 1975, escapando del imperialismo soviético, se escandaliza al comprobar como en las reuniones de la gente ilustrada el tema preferente de conversación son los programas de la televisión; mientras su país lucha por sobrevivir Occidente se divierte (pág.39). El periodista Stanley Pignal recuerda como los líderes comununitarios no habían abordado la identidad europea hasta 1973, "cuando invocaron los preciados valores de sus órdenes jurídico, político y moral", citando expresamente la democracia y el principio de legalidad (págs.9 y 10). Por último Murray habla del suicidio de Europa debido a la caída de la natalidad y la llegada masiva de inmigrantes musulmanes (pág.46).

5. Cultura, sabiduría, democracia, principios jurídicos y religiosos, natalidad ¿cuáles son los valores que conviene potenciar en el continente europeo? Podemos recordar como en el siglo V de nuestra era, cuando se produjo la caída del Imperio Romano de Occidente a manos de pueblos llegados desde Asia, lo que subsistió fueron los principios espirituales, principalmente la religión, el derecho y parcialmente la lengua; el sustrato latino se había mantenido en medio de las convulsiones sociales. Siglos más tarde, Europa recuperaría la filosofía griega, la historiografía y la literatura latinas y una ética entre filosófica y religiosa; es posible que estos sean los aspectos que debieran fomentarse de cara a un posible cambio de ciclo histórico en el continente.

Juan Ignacio Encabo Balbín
Varios autores, Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, nª 197.