Así se titula uno de los muchos libros del escritor Scott Hahn, teólogo converso, luchador incansable empeñado en ayudar a muchas personas católicas o cristianas en general a encontrarse con Dios. Hahn es catedrático de Teología bíblica y Liturgia en el seminario de San Vicente, en Pennsylvania, y profesor de Sagrada Escritura en la Universidad Franciscana de Steubenville.
La fe es razonable parece una contradicción porque lo que sabemos por la fe, muchas de las verdades de fe en sí mismas, necesitan de la ayuda sobrenatural de la gracia para que la persona las acepte. Si afirmamos que Jesucristo es “verdadero Dios y verdadero hombre” es porque tenemos fe, es decir, creemos en lo que la Iglesia nos enseña y lo que Jesucristo quiso revelarnos en su paso por la tierra.
Pero el autor de este libro, activo teólogo protestante durante mucho tiempo, desde su conversión al catolicismo lleva consigo un empeño muy grande por desarrollar las verdades de la fe y mostrar al creyente o a quien se acerca al conocimiento de las verdades cristianas, que lo que la Iglesia enseña son cosas lógicas. Que, aunque creamos en una serie de misterios, ni esos misterios ni los modos de vivir en cristiano son antinaturales.
El desarrollo de este libro es de gran utilidad para cualquier fiel católico y, desde luego, es una ayuda magnífica para tantas personas que, de alguna manera, se van acercando a las enseñanzas cristianas.
Scott Hahn, educado en un College americano a la sombra de ilustres pensadores calvinistas y evangélicos, analiza en este libro los obstáculos para entender la fe católica. Ofrece una explicación razonable -y aquí el choque aparente entre fe y razón- sobre el parentesco entre la razón y la fe, la naturaleza y el mundo sobrenatural. Defiende cómo estas realidades complementarias manifiestan la existencia de Dios, e invita al lector a reflexionar sobre las mismas razones que le llevaron a él a la conversión.
En este libro, que lleva ya ocho ediciones en castellano, el autor está pensando en muchos creyentes que necesitan fortalecer su fe, pero también a aquellos que andan buscando la verdad. En este sentido es libro es de gran utilidad. El subtítulo de esta edición dice: “Cómo comprender, explicar y defender la fe católica”. Y, desde luego, podemos decir que sirve para estos tres motivos.
Cualquier católico puede, y debe, tener un interés por profundizar en las verdades que cree. No es bueno ir por la vida con una fe por los pelos, suficiente para ir a misa los domingos y sin más pretensiones. En los tiempos que corren es de gran importancia tener argumentos serios, para empujar al dubitativo, para convencer al que se acerca, para convertir a las personas de buena fe, pero un poco perdidas.
En la sociedad en que vivimos no nos podemos conformar con que “tengo fe”. Conviene fortalecer esa fe y apoyarla con argumentos serios. El ambiente en los medios de comunicación y en la calle es poco religioso, poco cristiano, y son muchas las personas a quienes podríamos ayudar si tenemos los argumentos a mano.
Ángel Cabrero Ugarte
Scott Hahn. La fe es razonable. Rialp 2008.