La Feria de la Vanidades



El otro
día tuve la oportunidad de oír una entrevista radiofónica
con el escritor Jesús Sánchez Adalid. Para aquellos que no lo
sepan hay que decir que es cura. Pero no se crean que es un cura
mediático, de los que se ponen el alzacuellos para escandalizar y darse
a conocer no se sabe bien con que fin; no, no, este es cura de su parroquia.



Me
llamó la atención una cosa que contó. Resulta que hace
unas semanas le otorgaron el Premio Lara, cosa que él agradeció
sinceramente. Como pasa con todos estos premios, de algún modo vienen a
ser una gran ocasión para la promoción de este o aquel escritor,
porque ya saben ustedes que detrás de los premios están las
editoriales y detrás del Lara,
lógicamente, está Planeta. Pues bien, la semana próxima
tendremos aquí en Madrid la
Feria del Libro, tal vez la más importante de las que
se celebran en España, donde el aluvión de escritores y presuntos
escritores se deja caer por las casetas para firmar o no firmar ejemplares de
sus obras. Las editoriales lo tienen como una obligación anual con sus
primeros espadas y lógicamente cursaron la
"invitación" a Sánchez Adalid como flamante premio
Lara. D. Jesús, era gozoso oírle, declinó la
invitación sin titubear para sorpresa mayúscula de los ejecutivos
de la editorial. No
iba a estar en la Feria
de las ferias. Pues no. Iba a estar en su parroquia porque es temporada alta de
Primeras Comuniones y Bodas; lo sentía pero no podía estar en
otro sitio que no fuera la parroquia porque no hay quien le sustituya.



Debo reconocer
que me hizo gracia y que la reacción, aunque lógica, me
pareció fantástica. El hecho ha quedado muy claro: cura antes que
escritor. Cura antes que la fama o el dinero. Tuvo la valentía de poner
las cosas en su sitio y de dar un testimonio cristiano de la forma más
natural y poner de manifiesto que hay cosas que no se pueden descuidar por
mucho que una multinacional como Planeta te halague como lo hace, con toda la
razón del mundo. ¡Lo que darían algunos porque Planeta los
invitara a su caseta! Se venderían al diablo si fuera necesario. Pues ya
ven, otros, como Sánchez Adalid, no.



Me
gustaría transformar esta anécdota libresca en un homenaje a los
numerosos curas "normales" como dice un amigo cura, que no llaman
la atención, que están ahí en sus parroquias haciendo esa
magnífica labor de formación, creando verdaderos centros de
evangelización, dando la espalda al ruido del márquetin
si fuese necesario, dejando claras las prioridades de sus vidas.



Espero, sin
embargo, que Sánchez Adalid tenga tiempo, entre boda y comunión,
para introducirnos en esos ambientes históricos que han hecho disfrutar
a tantos lectores y al que está llegando con un nivel de madurez como
escritor bastante notable.




Carlos Segade


Profesor del Centro Universitario
Villanueva




De Sánchez Adalid en CDL:



El Mozárabe


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=1430


La Tierra sin Mal


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=1913


El Cautivo


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=2322


En Compañía del Sol


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4781