El conocido hispanista y profundo conocedor de la vida y la historia de la Nueva España, profesor Brading, ha recogido en este volumen un conjunto de artículos y conferencias que habían sido publicadas en diversos lugares, e incluso algún trabajo inédito, bajo el título de religión y patria.

En las primeras páginas nos recuerda un tema muy querido en la historiografía mexicana y es la llamada "conquista espiritual de México", pues tanto Motolinía como los primeros cronistas americanos van a coincidir en firmar la contemporaneidad del milagro de la conquista espiritual de millones de indios con la pérdida para la Iglesia Católica de millones de fieles por la defección protestante y la atomización posterior en sectas: "el nuevo mundo fue llamado para restablecer el equilibrio del Viejo Mundo" (37).

En el marco del intenso trabajo de la Compañía de Jesús se enmarca una de las aportaciones más importantes de este trabajo que es la historiografía sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe: "fue Francisco de Florencia quien proporcionó en La Estrella del Norte de México (1688) la más completa relación del origen y desarrollo de este culto; la parte final de este estudio se destinaba a un examen extenso, si bien algo confuso, de las fuentes tanto manuscritas como impresas en que se sustentaba la narrativa de la aparición. Cabe destacar por añadidura que, a principios del siglo XVIII, un número considerable de jesuitas compusieron sermones panegíricos en honor a la Virgen mexicana, en los que ponían de manifiesto el carácter sacramental que poseía esta representación tan notablemente similar al original" (68).

Efectivamente, páginas después nuestro autor se centrará en el estudio de la aparición de la Virgen en el Tepeyac mexicano en 1531. Estudia la edición y redacción el agustino Miguel Sánchez, Imagen de la Virgen María, Madre de Dios de Guadalupe, publicada en 1648, después de que fuera construida la nueva Basílica en 1622 y que interviniera en las inundaciones de la capital en 1629.

Como subraya el autor: "Miguel Sánchez la escribió como si estuviera inspirado por una revelación particular, puesto que sus únicas guías fueron la tradición oral y el estímulo de otros relatos de apariciones". Así añadirá: "Sánchez, un sacerdote criollo renombrado por su piedad, su patriotismo y sus grandes conocimientos, parece haber modelado su narración a partir de la historia del Pilar de Murillo" (133).

Las páginas que siguen, muestran con la seriedad del historiador y la abundancia de documentos y de estudios cómo está probada la veracidad de las apariciones y la seriedad teológica con la que los pastores mexicanos evitaron la posible idolatría de un pueblo tierno en la fe y maduro en la experiencia de la devoción a María Santísima, siguiendo la más profundad piedad católica.

José Carlos Martín de la Hoz

 

David A. Brading, La Nueva España. Patria y religión, ed. Fondo de Cultura Económica, México 2015, 311 pp.