En estos días se celebraba la última conferencia del ciclo organizado en El Oratorio del Caballero de Gracia con motivo del IV Centenario de la muerte del Caballero (1620-2020), ilustre personaje vinculado a la historia de la nunciatura española, a la historia de la Corte y Villa de Madrid y a la historia del siglo XVII, lo que parece una ocasión propicia para recordar su vida, sus virtudes y su fama de santidad. Precisamente, esas conferencias se celebraban en el salón de Actos de la gran obra que él impulsó en la Gran Vía de Madrid, es decir “El Oratorio del Caballero de Gracia”, dedicado primordialmente a la adoración eucarística que lleva su nombre y que acogía este ciclo de conferencias.
Lógicamente, al ahondar en la extensa vida y en la fecunda obra del Caballero, lo primero que se ha descubierto es cómo vivía centralidad de Jesucristo pues, verdaderamente, podemos afirmar que fue el sentido de la vida del Caballero que vino de Módena y el que ha de ser para los cristianos: la explicación de nuestra existencia.
Muchos e importantes fueron los ponentes del ciclo que intervinieron y que podremos disfrutar leyendo el volumen compilatorio que se editará próximamente, pues abordaron la vida y el tiempo del Caballero desde diversos ángulos y visiones: la historia, la teología, el derecho y la espiritualidad y fueron glosando las facetas de la personalidad humana y cristiana de Jacobo de Gratij en ese lugar de fe y adoración eucarística impulsado por su celo apostólico.
El tema de la conferencia final que ahora sintetizamos, era de raíz apocalíptica: “El sentido último de la historia: la historia de la salvación”. Por tanto, ser abordaban dos facetas muy distintas. En primer lugar, la Redención del género humano obrada por Jesucristo que marca el sentido profundo del acontecer de la historia. En segundo lugar, la historia de la salvación del género humano y, finalmente dentro de ella, la historia de la salvación de cada hombre.
Respecto al sentido último de la historia, viene marcado por el catecismo de la Iglesia católica cuando, al hablar del misterio de la Redención del género humano mediante la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, comienza la sección con estas impresionantes palabras: “Cristo se ofreció a su Padre por nuestros pecados” (n. 606). Es decir, el misterio de las verdades eternas con las que acaecerá el final de la historia, en los últimos días, con el Juicio universal y la parusía de Jesucristo.
A la vez, es un tema de actualidad para nosotros pues la historia de cada hombre es la historia de su oración y de su salvación. En ella tiene lugar una salvación eterna y una historia de la salvación; pues vivimos el encuentro personal diario con nuestro Salvador Jesucristo y también asistimos cada día a cómo muchos cristianos entran en lo que se denomina la escatología intermedia, es decir ese tiempo desde que acaece nuestra muerte, la de cada uno y el rendido juicio particular ante Jesucristo misericordioso, donde recibiremos el premio de la vida eterna.
José Carlos Martín de la Hoz
Justo Luis Rodríguez Sánchez de Alva y Jorge Molinero, El más allá. Iniciación a la Escatología, ediciones Rialp, Madrid 2000, 205 pp.