La lectura del trabajo del profesor Raúl González Salinero, profesor de la UNED, nos sirve para constatar cómo la línea de pensamiento comenzada por el Ex Embajador ante la Santa Sede, Gonzalo Puente Ojea y seguida posteriormente por el catedrático de Griego de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Piñero, ha tenido continuidad en un nuevo discípulo (9).
Indudablemente, el profesor González Salinero, doctor en Historia Antigua por la Universidad de salamanca, ha tomado el mismo estilo de investigación de sus predecesores: la historia de los orígenes del cristianismo y el desarrollo de la Iglesia durante los primeros siglos desde un ángulo crítico y extremadamente ácido.
Asimismo, ha adoptado la misma férrea disposición de sus maestros: una dura y exagerada crítica tanto a las fuentes que utilizan los historiadores y exégetas de este periodo, como a su interpretación, obviando la clásica basada en la tradición de los Padres de la Iglesia e historiadores antiguos.
Desde el mismo título del libro el autor hace gala de un enfoque “modernista” de la cuestión: el cristianismo sería una construcción ideológica de la primitiva comunidad cristiana y el cristianismo que habría llegado hasta nosotros sería una de las variantes posibles, frente a otras que quedaron atrás, por falta del suficiente consenso o por intereses ocultos (11). En definitiva, la falta de fe en el origen de la Tradición cristiana oral y escrita y, además, sometida a una dura crítica hacen que, finalmente, terminen por aceptar la mayoría de las cuestiones claves del actual catolicismo, dejando de lado la fe personal de cada uno (18).
Evidentemente si se supera el primer capítulo, se descubre que, en la interpretación de los hechos históricos sólidamente fundados, la Iglesia Católica es tan digna de crédito como las interpretaciones del profesor Salinero, pues en realidad muchas de sus críticas proceden de la desconfianza.
De todas formas, nuestro autor, siguiendo a sus maestros, cuando les parece que no hay un solido fundamento para una cuestión, no tienen ningún empacho en defender su posición. Por ejemplo, para negar la virulencia de las persecuciones romanas y caracterizarlas como una ideologizada exposición (15).
Un ejemplo concreto de la desconfianza sería el capítulo dedicado a combatir el celibato sacerdotal desde los primeros siglos de la Iglesia, tomando como base algunos textos de la antigüedad sacados de su contexto, como la castración de Orígenes condenada por la Iglesia o la incorrecta traducción del celibato “propter regnum coelorum” que traduce “por motivos ascéticos” (69).
José Carlos Martín de la Hoz
Raúl González Salinero, Moralidad, persecución y martirio en los orígenes del cristianismo. Una construcción ideológica, Guillermo Escolar, Madrid 2022, 228 pp.