La Iglesia Antigua







Entre los textos más antiguos que conservamos de la vida

de los primeros cristianos destaca el itinerario y las descripciones de las

comunidades cristianas en Tierra Santa escritas por la Virgen Egeria, una

dama de la alta nobleza que realizó en el siglo IV un viaje desde Hispania a

los Santos Lugares.




Ediciones BAC ha tenido el acierto de volver a editar una

obra que ya estaba agotada. Además de los textos debidamente anotados y

ambientados históricamente, Agustín Arce ha sabido añadir otros documentos de

gran valor que redondean la edición y la hacen más atractiva.




La frescura de la exposición, la mirada atenta y

observadora de esta mujer aporta detalles de gran valor desde el punto de vista

de la historia de la liturgia, de la constitución jerárquica de las Iglesias

locales que visita etc. Como subraya la carta que en el siglo VII escribió el

Abad Valerio a los monjes del Bierzo sobre Egeria: "Al ir a en busca de remedio

para su alma, ha dado a muchas almas un ejemplo admirable para seguir a Dios"

(p.15). Y, asimismo, añade el editor: "Egeria habría gozado intensamente en ese

trato íntimo con personas que pensaban y sufrían como ella, pues uno de sus

ideales al emprender el viaje había sido precisamente ver y ponerse en contacto

con estas personas santas, que llevaban como ella vida monacal" (p.67).




Precisamente Egeria vive en momentos trascendentales para

la vida de la Iglesia, pues acababa de alcanzar la libertad de culto y de

movimientos por el cese de las persecuciones y se estban

produciendo la conversión de las multitudes. También era un momento de apogeo

del monacato en todo el orbe cristiano y en Hispania.




Son muchos los detalles que aporta Egeria de la vida

litúrgica en su visita: "Al día siguiente, temprano, rogamos a los sacerdotes

que hicieran allí la

oblación. Así se hizo" (p.195); la presencia de la lamparilla

del Sagrario (p.259), la celebración de la Santa Misa: "y se hace

todo según costumbre, como se hace en todas partes el día de domingo" (p.265); Los ayunos de cuaresma en Jerusalén (p.273),

etc.




Especialmente, destacan las páginas dedicadas con todo

detalle a narrar los Oficios de la Semana Santa: por ejemplo, el viernes santo con

la veneración de la Santa

Cruz (p.293) y la lectura de la Pasión: "No hay nadie, grande

ni chico, que durante las tres horas de aquél día deje de llorar tanto que ni

expresarse puede: que el Señor haya sufrido por nosotros tales cosas" (p.297).




Finalmente, las extraordinarias catequesis de San Cirilo

de Jerusalén son mencionadas expresamente (p.317), así como las iglesias y la

memoria viva de los Santos Lugares, admirablemente descritos en este trabajo.




José Carlos Martín de la Hoz




 




Agustín ARCE (ed), Itinerario de

la Virgen Egeria
(381-384), ed. BAC, Madrid 2010, 352 pp.