La liturgia presupone el cielo abierto

 

Dentro del camino de la belleza para encontrar a Dios, deseamos presentar este pequeño libro de Fragmenta editorial redactado por Josep Maria Gregori (Igualada, 1954), catedrático de musicología de la universidad Autónoma de Barcelona. El trabajo está centrado en la inspiración musical como apertura del alma a Dios, al mundo y a la naturaleza y, por supuesto, a todos los demás. La primera parte se ocupará de la inspiración cristiana y la segunda de otras culturas musicales.

La inspiración suele abandonar al artista cuando está fuera de lugar y de la fuente del recogimiento que suele estar en el límite entre lo natural y lo sobrenatural, en esa encrucijada como afirmaría Eugenio Trias, el autor de la filosofía del límite que encontró los últimos años de su vida tiempo para filosofar sobre la música (30). Es más, como diría Steiner: “la religión ha sido la música en la que han creído” (42).

Enseguida desarrollará la inspiración musical en culturas, filosofías y religiones muy variadas para mostrar cómo Dios entra, por la música, en el corazón del hombre: “cuanto más fuerte es una civilización desde el punto de vista espiritual, esta relación con lo divino es más considerada real y eventualmente temible” (52).

Resulta de un gran interés la lectura serena y profunda de la carta de san Juan Pablo II a los artistas al filo del comienzo del nuevo milenio, que ha realizado nuestro autor dentro del capitulo de la música y la sacralidad y a lo largo de su exposición: “en toda inspiración auténtica hay cierta vibración de aquel soplo, con el que el Espíritu creador impregnaba desde el principio la obra de la creación (…). Una especie de iluminación interior, que une al mismo tiempo la tendencia al bien y a lo bello, despertando en él las energías de la mente y del corazón, y haciéndolo así apto para concebir la idea y darle forma en la obra de arte” (Carta de Juan Pablo II a los artistas, Edice, Madrid 1999, p. 24).

Un poco más adelante nuestro autor volverá sobre la inspiración del artista cristiano que muchas veces toma como modelo la creación divina para, seguidamente, crear con Dios su propia obra: “La creación artística copia lo que Dios mostró como modelo. Esta creación presupone la visión interior del prototipo; es el traslado de una intuición a una figura” (62).

Respecto a la música sacra nuestro autor hará referencias muy interesantes a la unión entre letra y música en la liturgia de la Iglesia y a simbología y religión: “La preocupación por la adaptación a nuevos modelos emergentes, tan característica del catolicismo romano, contrasta de forma rotundas con la reticencia con que la vertiente ortodoxa admite los cambios; ello se debe, precisamente, al anclaje de esta en la tradición de los Padres de la Iglesia, en la que el hacer divino-humano late de modo casi imperceptible en el seno del tiempo” (77).

José Carlos Martín de la Hoz

Josep Maria Gregori, De Orfeo a Monteverdi. Ensayos sobre música, inspiración, mito y sacralidad, Fragmenta editorial, Barcelona 2024, 250 pp.