La vida cotidiana de los esclavos

 

Una de las notas más desagradables de las páginas de la historia es la constatación de o que ahora se denominan “estructuras de pecado”, algunas de las cuales han perdurado durante siglos ante la mirada de cristianos cabales que interiormente las abominarían y denigrarían, por ejemplo, la esclavitud, pero restaban delante de sus ojos todos los días, siempre a la espera de que llegasen tiempos mejores o propicios para su desaparición.

Verdaderamente, el nacimiento de la esclavitud es celebrado como un avance en el derecho romano, frente a la pena de muerte o la matanza consiguiente a una victoria bélica o a una invasión en tierra extranjera. De hecho, se establecía en el libro de las Partidas de Alfonso X el Sabio que para que la esclavitud fuera válida debía de proceder de una captura en guerra justa.

Indudablemente, lo musulmanes rompieron el mercado de esclavos europeos merced a la Sharia y a la yihad con la que hicieron esclavos a miles de paganos y sometieron a penosos impuestos a los cristianos y judíos que hallaron a su paso.

De todas formas, para esa época, las sociedades occidentales y del oriente medio habían pasado de ser sociedades esclavistas a ser sociedades con esclavos, pues de hecho gozaban de ciertos derechos; no podrían ser asesinados arbitrariamente, podrían ser manumitidos, etc.

En definitiva, recordemos que la semilla para la final abolición tuvo lugar desde el nacimiento de Jesucristo pues, desde los primeros cristianos, se admitía el bautismo a los esclavos después de un tiempo de catequesis y siempre que se recibiera libremente.

Por tanto, si son admitidos al bautismo es los esclavos se consideraban personas humanas y, por tanto, dotados de una dignidad de hijos de Dios y, consecuentemente,   llamados a la salvación. De ahí, a la abolición solo faltaba que el Estado dejara de sustentarla. En efecto, se suele afirmar que España fue el último país en aplicar la corriente abolicionista que comenzó en la revolución francesa, en Inglaterra, Alemania, etc. También se debe reconocer que España fue el país que mejor aplicó los decretos abolicionistas, con mayor cordura e inteligencia y, por tanto, lograron evitar tantas muertes violentas, infortunios, como sucedieron en Haití y diversas islas caribeñas, Guayanas, donde ti hubo miles de muertos de caer en la miseria como en Inglaterra y Norteamérica.

El profesor Raúl González Arévalo, ha estudiado seriamente la vida cotidiana de los esclavos en la Castilla del Renacimiento y ha recogido las conclusiones de su investigación en unas cuantas tesis sólidamente documentadas (15).

José Carlos Martín de la Hoz

Raúl González Arévalo, La vida cotidiana de los esclavos en la Castilla del Renacimiento, Marcial Pons, Madrid 2022, 172 pp.