El proyecto diseñado por varios americanistas cara a la celebración del bicentenario de la independencia de América, es decir, de la metrópoli, nos está recodando que no eran verdaderas colonias sino afamadas provincias, que más o menos cordialmente terminaron por independizar a los criollos.
Que las bibliotecas de los prestigiosos colegios de los jesuitas en donde se educaba la mayoría de la clase gobernante y los candidatos a las ordenes sagradas y a las altas jerarquías de la Iglesia resulta verdaderamente un filón de gran interés.
Los grandes principios de la segunda escuela de Salamanca estaban ben arraigados en los jesuitas clave del tiempo: Francisco Suarez (De legibus, Defensio fidei), el cardenal Lugo (Iustitia et iure), Francisco de Toledo (Instructio) y Juan de mariana (De Rege et Regis Institutione) y tantos otros-
Que los grandes principios de la escuela de salamanca: la unión del derecho, economía y teología, implicaban una concepción de la dignidad de la persona humana destinada a la salvación y a construir una sociedad justa, para el bien común, libre de las ataduras del dinero.
El derecho de gentes y el derecho natural que están en la base de la escuela de salamanca clarificarán no solo los justos títulos de la presencia de España en América, sino sobre todo el modo de desenvolverse la vida en las provincias: tanto los criollos como los indios eran súbditos de la corona de Castilla, sujetos de derechos y obligaciones.
Respecto al pensamiento político reinante el profesor León, de la Universidad Europea, autor de este trabajo recopilatorio que ahora presentamos, tiene no solo una querencia, sino también una verdadera obligación, fruto del conocimiento, pues ha sido materia habitual de su investigación (21).
La tesis del Profesor León Gómez radica en que la independencia de América no fue el triunfo masónico de las ideas de Rousseau, sino la maduración de aquellas tierras para el gobierno separadas de la madre patria, tan en quiebra social como económica y quebrantada por un liberalismo naciente, y se apoyarían sencillamente en el concepto moderno de Suarez de la soberanía popular (24).
En el siglo XIX se producirá la transformación de la peculiar ilustración española, tan distinta de la europea y a la vez tan coincidente en algunos puntos, con el liberalismo que va a imperar en el mundo occidental y en la América Española.
No podemos olvidar que en España Carlos III, tras la expulsión de los jesuitas, devolvió a la Suma Teológica y sus comentarios de la Escuela de Salamanca, la primacía en los estudios teológicos y jurídicos de las Universidades españolas, mientras que en América no hubo que restaurar el pensamiento genuino de Santo Tomás, pues nunca dejó de ser el libro de texto.
José Carlos Martín de la Hoz
León Gómez Rivas, Escolástica e Independencia: las bibliotecas jesuitas al tiempo de la emancipación americana, ediciones Fe y Libertad. Guatemala 2021, 198 pp.