Las raíces de Europa



Mucho se ha hablado, y se
seguirá haciendo en los próximos años, acerca de las raíces cristianas de
Europa. Sobre todo, pensando en las próximas elecciones europeas conviene
volver a pensar en esta materia. Para ello hay en la bibliografía un texto
reciente que ha pasado desapercibido. Proviene de la autorizada pluma del Prof.
Mitre, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Complutense
de Madrid.


Desde el comienzo, el autor no disimula su entusiasmo
cuando, en las primeras líneas de su trabajo, escribe con contundencia:"Los siglos IV y V constituyen la época más apasionante
para la historia de nuestro continente. De su realización y de sus
contradicciones seguimos en parte viviendo" (p.12). En efecto, el estudio de la
documentación y de las grandes interpretaciones históricas que se han dado, constituyen
la materia de este libro.


Respecto al debate sobre las raíces cristianas de Europa,
el lector encontrará cumplida respuesta
de uno de los especialistas en la materia, cuando afirma: "El cristianismo,
¿condición sine que non para la
construcción de una primera Europa? La respuesta ha de ser forzosamente
afirmativa si al desarrollo del Medievo nos remitimos. Aunque sólo sea porque el
cristianismo fue convirtiéndose en objeto de quasi monopolio por el Viejo
Continente en los años objeto de estudio en este libro" (p.15).


El trabajo se articula en tres partes. La primera, se
centrará en el tránsito entre el final del imperio romano y el inicio de la
transformación y conversión de los pueblos bárbaros al cristianismo. La segunda
parte, abarcará el imperio carolingio y su final en el Sacro Imperio Romano
Germánico. Finalmente, el autor se centrará en torno al año mil y, por tanto, a
la situación previa a la Baja Edad Media,
final del tiempo que marca ya el inicio de la cristiandad en Europa.


En el epílogo, recordará Mitre que la cristiandad saltará
por el aire en el siglo XVI, tras la reforma luterana con la consiguiente
desaparición de la unidad de la fe en el viejo continente y el comienzo de unas
guerras de religión que azotaron buena parte del continente.


La investigación acerca de la confluencia entre el
pensamiento griego clásico, el derecho romano y el Evangelio de Jesucristo,
marcan los pilares sobre los que se construyó una cultura pujante, creativa y
moderna que emergió en la variedad de naciones dentro del mismo continente. Son
significativas, en ese sentido, las últimas líneas de este trabajo: "Quienes
hemos creído en Europa, aunque sea sólo como aspiración y ésta no coincida
forzosamente con el actual modelo propuesto, podemos recurrir a algo que a más
de uno le parecerá compensación del diletante: usar una paráfrasis inspirada en
un clásico del cine en blanco y negro. Sustituyendo una ciudad por otra,
podemos pensar que siempre nos quedará Roma. Como a los intelectuales del
Medievo más o menos" (p.306).


 


 


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


 


Emilio MITRE, Una primera
Europa. Romanos, cristianos y germanos (400-1000
)
, ed. Encuentro,
Madrid 2009, 334 pp.