El
novelista Jorge Molist, nos ofrece en su
última novela histórica: la
Reina Oculta (ed. Martínez
Roca 2007, 575 pp.), una recreación del siglo XIII, sobre la cruzada
contra los cátaros. Los entusiastas del
período están de enhorabuena, pues se trata de la enésima
novela sobre la cuestión.
Eso
sí, deben estar mareados de tantas y tan diversas interpretaciones sobre
el cerco de Carcasona. Pues, aunque todos
están de acuerdo en lo agreste del lugar, lo escarpado de sus
montañas y la terrible sed que padecieron, no todos lo reflejan del
mismo modo: son tan distintas las descripciones que dan ganas de pedir a los
novelistas que, al menos uno, viaje al lugar y nos pongan una foto.
Lo
más sorprendente es que todos los cátaros
son buenísimos y auténticos cristianos. Lástima que no
crean en la divinidad de Jesucristo y que rechacen el Evangelio. Y que abominen
del matrimonio cristiano, pues de haber triunfado, ya no existiría la
humanidad, pues no habría hijos, más que del pecado y mal vistos.
Molist, ha aprendido la lección del Codigo Da Vinci, pues los
capítulos son cortos, y comienzan recordando el anterior: es decir, un
producto ideal para leer en un trayecto corto de metro. Pero como sea viaje
largo, parece que no avanzas, con tanto repaso de lo ya sucedido.
También,
como Dan Brown, recoge la doctrina acerca de los
descendientes de Jesucristo y por tanto la protagonista; la pobre Bruna,
después de aparentar ser chico en media novela, vuelve a ser chica y se
encuentra enamorada de dos, y siendo la futura papisa.
La
novela da un giro espectacular en las últimas páginas, cuando
después de haber puesto verde a todas las religiones, la protagonista,
Bruna, la Reina oculta, decide que prefiere creer en la Iglesia, en la santidad
y en la verdad de Jesucristo predicada por los santos (Santo Domingo de
Guzmán) y los mártires cristianos que en las teorías de
los Caballeros de Sión (no el Priorato, como
dice Dan Brown) y del Rey de Aragón.
Así que quema los papeles, para poder casarse como Dios manda: por amor
y en la
Iglesia Católica, con el bobo
de Hugo, que no se enteraba de nada, pero que era muy fiel a la palabra dada.
Así
pues, continuamos con el destrozo y sucesivo desgaste del género
literario de la novela histórica, que no sabemos adonde puede acabar
llegando a este paso, pero que, desde luego, la tienen tomada con Carcasona
y con los cátaros.
A
estas alturas sólo queda recomendar el clásico tratado de Paul Labal y remitir al sufrido
lector a la sección correspondiente de Club del Lector donde
encontrará buenas novelas históricas y baratas, en ediciones de
bolsillo. ¡Que disfrutes! Y que descanses de los cátaros
durante unos días.
José Carlos Martín de la Hoz
Para leer más:
Paul Labas, Los cátaros,
herejía y crisis social, Planeta, Barcelona 2000.
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6328
Jorge Molist,
La reina oculta, Martínez Roca
2007
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6234
Julia Navarro, La sangre de los inocentes, Plaza y Janés 2007
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=5637