El sábado 11 de noviembre de 2017, ha tenido lugar en el Palacio de Vistalegre de Madrid la solemne ceremonia de beatificación de sesenta mártires de la familia vicenciana durante la persecución religiosa de 1936-1939.
El cardenal Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de Roma, como legado del Santo Padre Francisco, ha presidido la solemne concelebración junto con los dos cardenales Arzobispos de Madrid y de Valencia, donde habían tenido lugar los procesos diocesanos de las causas de martirio.
El antiguo coso taurino de Vista Alegre se ha convertido en un inmenso templo donde una multitud festiva y alegre de fieles llegados de muchas diócesis de España y del mundo, ha visto alrededor del altar a muchos cardenales, arzobispos, obispos, vicarios y provinciales religiosos, así como en la gran nave a más de trescientos sacerdotes y religiosos, así como religiosas hijas de la caridad y de otras órdenes y congregaciones.
En la Homilía, el Legado Pontificio, Cardenal Amato, ha subrayado que la Iglesia no podía dejar de recordar a sus hijos que habían alcanzado la palma del martirio por defender su fe y, a la vez, no quería olvidarse de esos hechos, para que nunca más en el futuro volvieran a repetirse ni en España ni en ningún otro sitio.
Asimismo, ha recordado que Dios es el bien absoluto que vence al mal, y que el “bien es una brújula que lleva a la verdad y a la belleza de Dios”, mientras que el “asesinato por odio a la fe no lleva más que a la macabra exaltación del mal”.
Toda la ceremonia y los magníficos vídeos de presentación de los nuevos beatos, así como los testimonios de los familiares y amigos de los mismos que se dieron de viva voz antes del comienzo de la ceremonia, han recordado que los nuevos beatos siguiendo la tradición de la Iglesia murieron perdonando a sus verdugos.
Así pues el acto ha sido una constante llamada al perdón, a la reconciliación y a la verdadera fidelidad en la vida cristiana que es vivir la misión de la caridad, lo que constituye la esencia del carisma vicenciano.
Precisamente, el padre Tomaz Mavric, Superior General de la Congregación de la Misión y de la Compañía de las hijas de la Caridad, se ha dirigido a los asistentes a la celebración para recordar que en la gran familia vicenciana se estaba viviendo un año jubilar correspondiente a los cuatrocientos años del nacimiento del carisma vicenciano y ha hecho una llamada a la fidelidad de todos los presentes a la voluntad de Dios para cada uno, como los nuevos beatos nos recuerdan.
El cardenal Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha dado las gracias a todos los madrileños presentes por acoger a los peregrinos del mundo entero y por la asistencia a la ceremonia, y ha pedido a los nuevos beatos que nos alcancen del cielo, abundantes gracias para la Iglesia y para las familias de todos.
José Carlos Martín de la Hoz
AA.VV, Vida y martirio de los sesenta beatos de la familia vicenciana en el siglo XX, ed. Misioneros paúles, Madrid 2017, 102 pp.