Manipulación histórica

 

La última obra del Catedrático de Arte y Comunicación en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, profesor Arturo Colorado Castellary, es la culminación de una trilogía de estudios sobre el patrimonio artístico español durante la guerra civil y el primer franquismo. Estas investigaciones comenzaron con un primer trabajo “Éxodo y exilio del arte” (Catedra 2008), en el que estudiaba la destrucción del patrimonio durante la guerra civil y la conservación de algunas obras, en el Museo del Prado de Madrid, Museo de Barcelona y otros lugares. Seguidamente, publicaría “Arte revancha y propaganda”, donde abordaba la instrumentalización de patrimonio artístico para la propaganda del régimen de Franco (Cátedra, 2018) y, finalmente, con la obra “Arte, botín de guerra” (Cátedra 2021), culminaría una verdadera trilogía sobre el tema. En este último caso, su objetivo versa sobre: “el estudio de la gestión franquista durante la inmediata posguerra del patrimonio mueble almacenado o evacuado por la República, gestión que prácticamente no se ha estudiado y cuya documentación estaba en gran parte pendiente de salir a la luz y de analizar” (14).

Desde el punto de vista histórico, la obra expurga la enorme documentación disponible y demuestra cómo en la zona republicana durante la guerra civil se produjo un expolio capilar y sistemático, casa por casa, templo a templo, desde el comienzo de la guerra civil, de modo perfectamente organizado y sistemático, gracias a lo cual se salvaron más obras de arte de las que podían preverse, pero también muchas terminaron en el robo, pillaje, cobro en especie, así como conversión en metálico y llegada rápida al mercado negro (23). Evidentemente, como reconoce el autor se perdió mucho en los primeros días del conflicto pues las autoridades procuraron atajar el pillaje con prontitud (41-42).

También el trabajo, aborda con minuciosidad, el esfuerzo por devolver durante el franquismo las piezas artísticas a sus dueños al terminar la guerra: Catedrales, órdenes religiosas, parroquias y conventos, así como a las colecciones particulares, instituciones educativas etc., (83, 86, 93). Un esfuerzo verdaderamente denodado mucho mayor de lo que se conoce y de lo insinúa el autor ya desde el título (27).

Evidentemente, el objetivo no declarado del libro es estudiar y mostrar el nivel de expolio y de botín con el que se enriquecería el régimen franquista, las instituciones y familias que le apoyaron (223). Es decir, utilizar el patrimonio para resarcir económicamente, pagar a las grandes familias su apoyo financiero y moral, tanto con la devolución de sus obras de arte como con depósitos de otras cuyo autor no fue localizado. Especialmente se detiene el autor en la idea de que, a través del arte, Franco buscaba ganarse a la Iglesia (194) y a las nuevas instituciones. La referencia al Opus Dei se circunscribe a las pp. 212-215 y se enmarca dentro de la desconfianza en esa institución y su ataque para vender más libros, manipulando la petición del Opus Dei de obras que estuvieran libres de destino..

José Carlos Martín de la Hoz

Arturo Colorado Castellary, “Arte, botín de guerra”. Expolio y diáspora en la posguerra franquista, Cátedra, Madrid 2021, 352 pp.