Los amantes de la música estamos de enhorabuena con el libro que acaba de publicarse del compositor, pianista y profesor Luis Agius (Madrid, 1969). Hasta ahora, su incursión en la literatura habían sido dos excelentes obras de teatro: Todos somos Albert Camus y Mi nombre es Sarah, sobre el juicio de Eichmann en Jerusalén y la filósofa Hannah Arendt, que merecería la pena que se representaran algún día.
Músicos ante el abismo (Oportet Eds.), su nuevo libro, es una colección de trece relatos sobre algunos de los más grandes compositores de la historia: Magnar, Chaikovski, Chopín, Soler, Schumann, Scarlatti, Granados, Linley y Mozart, Beethoven, Sibelius, Mahler, Messiaen y Duke Ellington.
El abismo del título se refiere a que en cada historia se nos relata un hecho importante en la vida del músico, en algunos casos dramático, como las muertes de Magnar, Chaikovski, Granados…; en otros, en cambio, se trata de sucesos decisivos para el futuro artístico del protagonista, como en los relatos sobre Beethoven y Messiaen. En dos de los mejores, acerca de Scarlatti, el más extenso, y sobre Ellington, el último del libro, Luis Agius hace un alarde de ambientación de la época y de los lugares en que se desarrollan, con numerosos toques de humor y una acción muy bien estructurada. Hablando recientemente con él, me contaba que, mientas escribía el último, disfrutó tanto que no paraba de reírse y lo cierto es que eso se transmite también al lector.
Luis Agius sabe sin duda de música, pero se nota, además, que es un gran lector y domina con soltura los recursos literarios. Hay relatos en primera persona, relatos en forma epistolar o de diario, otros en tercera persona. Hay saltos en el tiempo, porque la música es universal y pervive, y el recurso hábil a personajes secundarios –históricos unos, ficticios otros–, que dan solidez al texto. Son también un buen retrato de la psicología de los artistas y de la complejidad y grandeza de su tarea, pero sin olvidar que se trata de personas en algunos aspectos geniales, pero con virtudes y defectos como cualquiera. Lo que los ha encumbrado es la pasión por la música y el trabajo riguroso y bien hecho.
Luis Ramoneda
Músicos ante el abismo, Oportet 2014, 288 págs.